6 aditivos de alimentos que llegarán a los titulares

Es probable que en un futuro próximo estos seis ingredientes de alimentos balanceados lleguen a los titulares, justo a tiempo, ya que es ahora cuando se necesitan.

¿No les parece agotador hablar de los mismos aditivos una y otra vez? Sí, pero es necesario, pues se pueden identificar nuevas funciones de los productos existentes, lo que reduce su desarrollo y costo de registro. También necesitamos dedicar algo de tiempo exclusivamente para reflexionar sobre lo que hoy hace falta, para poder prever el futuro con más entusiasmo.

Ciertamente, sería atractivo hablar sobre los aditivos que desaparecerán, pero no sería productivo. ¿Cómo prever un futuro dictado por políticos, algunos de los cuales están muy alejados de la agricultura? Así que, sin importar cuán interesante esta discusión filosófica o política pudiera ser, nos centraremos en los temas técnicos. Para ello, he preparado una lista corta de seis ingredientes que es probable que lleguen a los titulares en el futuro próximo. Y más vale que así sea, porque se requieren estos productos ya.

  1. Antioxidantes

Tenemos suficientes antioxidantes de alimentos balanceados y, aunque hay ciertas reglamentaciones que podrían limitar el uso de unos cuantos, la química garantizará que no fracasemos en proteger a los alimentos de la rancidez. Nos encontramos en la extrema necesidad de una gran gama de antioxidantes para animales. Sí, las vitaminas E y C, y el selenio trabajan maravillosamente, pero ¿por qué quedarnos ahí?

El organismo usa un inmenso número de antioxidantes internos y todos concordamos en que la producción moderna pone a prueba la defensa antioxidante del animal. Es por eso que necesitamos más antioxidantes que ayuden al animal a sobrellevar los cada vez mayores factores de estrés de los métodos de producción modernos. Creo firmemente que los antioxidantes serán el aditivo número uno del futuro próximo.

Es necesario que haya fuentes de proteínas originales o novedosas, como la de los insectos. | NONGKRAN18, shutterstock.com

  1. Potenciadores de la inmunidad

Estoy muy consciente de la existencia de los potenciadores de la inmunidad, pero no se usan con suficiente entusiasmo. ¿Se debe a que no se comercializan con suficiente fuerza? ¿O a que sigue siendo difícil evaluar la inmunidad?

Sin embargo, el éxito de las vacunas es un claro ejemplo de cómo funciona la inmunidad y, por ello, no debemos tirar la toalla. En la actualidad, son necesarios los productos que mejoran la inmunidad, general o específica, ya que siguen surgiendo nuevas cepas de virus y bacterias, mientras que las enfermedades fuera de control devastan regiones enteras. Desde luego, los que inviertan en esta línea de productos tienen una ardua batalla que luchar.

  1. Compuestos antivirales

Es bueno contar con una fuerte inmunidad, incluso mediante la vacunación, pero a menudo es insuficiente. Necesitamos encontrar productos que se puedan agregar hoy al alimento o al agua, y que al menos proporcionen algo de alivio contra los virus, en especial cuando hay grandes brotes de una enfermedad viral que amenace no solo a la productividad, sino también a la misma vida de los animales de producción. Existen algunos productos, pero sus afirmaciones al menos son interesantes. Se puede comparar el descubrir compuestos realmente antivirales con la búsqueda del Santo Grial: una causa noble con un premio muy gratificante.

  1. Proteínas novedosas

Esta es la parte más fácil. Ya hay pruebas con insectos, gusanos y otras cosas parecidas como fuente de nutrientes, en su mayoría proteínas. Ahora que la globalización muestra su lado desagradable y la Unión Europea busca con urgencia sustitutos a la harina de soya, pronto habrá otras regiones que seguirán su ejemplo. Así que es necesario que se establezcan fuentes de proteínas originales o novedosas, no nuevas.

Hay algunas personas que creen que se pueden encontrar en la basura: alimentación con residuos, que dicen que es el camino ambientalmente responsable a seguir. ¡Qué corta es la memoria humana! Hace años, se prohibió la alimentación con residuos porque se le consideró una práctica insalubre. Pero, quizás, ahora es más aceptable.

En mi opinión, el mar es nuestra mejor opción para encontrar proteínas originales, pero la mayoría de los esfuerzos se centran en otros nutrientes que intentan hacer aditivos de las algas. 

Los alimentos para mascotas están mucho más adelantados en cuanto a texturas y sabores. | L. Bouvier, Fotolia.com

  1. Esterilizadores de alimento balanceado

He aquí algo poco común. Sí, se puede añadir un ácido orgánico en exceso, pero no mata todo y a los animales no les va a gustar el sabor del alimento. Podemos “liquidar” el alimento balanceado con rayos X (o alguna tecnología similar), pero entonces el costo sería mayor que el del alimento para consumo humano. O se puede cocinar (ya se realiza en algunos países), pero una vez más, se destruyen muchos nutrientes. Y lo peor de todo es el hecho de que nada previene que el alimento balanceado se vuelva a contaminar.

Así que necesitamos algunos compuestos neutrales al sabor y al metabolismo que maten todo, excepto los nutrientes que necesitamos. Es decir, ¿otra búsqueda del Santo Grial? Sí, pero esta es la cuestión de pensar con anticipación. Alguna vez alguien me dijo: es mejor apuntar a las estrellas que darle a la zanja.

  1. Potenciadores de la textura

El alimento balanceado ya de por sí sabe muy bien, ya sea porque se eligen los mejores ingredientes o porque se añaden un montón de sabores, pero ¿qué hay de la textura?

A mí me gusta el filete medio hecho, a mi esposa le gusta quemado. A Fernando le gusta crudo, mientras que a Bruce le fascina cazar al animal y comérselo con todo y piel. Todos somos diferentes en cuanto a gustos, así que ¿por qué debemos aceptar que a los animales de todas las especies les satisface la misma dieta de maíz-harina de soya? ¿O los pélets sin polvo en un 93 por ciento? Tal vez a los cerdos les guste algo más jugoso que al pollo de engorde, las gallinas podrían disfrutar un snack semihúmedo y algunas otras especies, como el perro, podrían gozar de un premio crocante (¡los alimentos para mascotas están mucho más adelantados!).

Por supuesto que las cosas no son tan dramáticas, ya que un animal hambriento comerá lo que le pongamos en frente, pero a medida que presionamos por un mayor consumo de alimento con animales de alta genética, por lo menos debemos dedicar algo de tiempo a pensar en la textura del alimento como un instrumento adicional.


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