La producción moderna de pollos de engorde debe incluir la modelización de la predicción nutricional basada en las necesidades y condiciones del mercado.
En la avicultura, los costos de alimentación pueden representar entre el 60 al 75% del total del costo de producción. Además, la consecución de materias primas es cada vez más compleja y los precios, más volátiles. Es por ello que la nutrición desempeña un papel esencial en la producción avícola. De igual forma, la búsqueda de nuevas técnicas y controles para mejorar la precisión nutricional es crucial para mantener una ventaja competitiva en el mercado.
Margen bruto
Hoy en día, los nutricionistas tienden a formular dietas para maximizar el rendimiento zootécnico de pollos de engorde mediante contenidos predefinidos de proteína y energía. Sin embargo, esta estrategia muy a menudo genera dietas costosas. Al respecto, es importante destacar que maximizar el margen bruto es distinto a maximizar variables productivas. En la figura 1 se muestra cómo una menor energía metabolizable (2900 cal/kg) genera un mayor margen que una mayor (3100 cal/kg).
Para los productores de pollos de engorde es importante considerar una opción para obtener el mejor margen bruto de sus operaciones, adaptando los programas de alimentación cuando cambian los precios de materias primas y del pollo. Esto no es fácil de hacer debido a la falta de linealidad en las respuestas productivas relacionadas con cambios en los nutrientes. La forma más práctica y sencilla es a través de la modelización.
(Datos cortesía de Trouw Nutrition | Arte de Theresa Stukenberg, WATT Global Media)
Modelización
Una metodología cada vez más adoptada es la modelización de predicción nutricional con base en las necesidades y condiciones del mercado. A este concepto se le conoce comúnmente en la industria como broiler model.
Broiler model es una herramienta que ayuda a nutricionistas y productores avícolas a definir conjuntamente la mejor estrategia para mejorar la rentabilidad al adaptar los programas de alimentación a las condiciones de mercado (precio de materias primas y precios de productos avícolas). Esta adaptación es posible a través del análisis preciso y en tiempo real de la interacción entre costos de materias primas y precios de venta del pollo, y por medio del modelaje y de cálculos que son convertidos en información accionable.
Para obtener resultados óptimos, el broiler model debe basarse en:
- Efectos de distintos niveles de energía metabolizable aparente (AMEn) y lisina digestible (dLys):
- Fijando la relación energía/lisina digestible
- Nivel constante de energía
- Utilización de distintos niveles de energía y lisina digestible
- Efecto del sexo
- Efecto de la línea genética
- Efecto de la utilización de distintas fases de alimentación
Beneficios
Los beneficios de utilizar el concepto de broiler model son múltiples:
- El modelo le permitirá influir en aproximadamente el 50-60% del costo de producción (recuérdese que la energía y la proteína contribuyen en un 90% del costo de la nutrición).
- Es una herramienta para la toma de decisiones técnicas (apoyo al nutricionista) y empresariales (apoyo en el departamento comercial) con el objetivo de adaptar la estrategia empresarial a la realidad del mercado.
- El modelo permite dar una respuesta dinámica y automática a las condiciones de mercado (precio materias primas y productos avícolas).
Por medio de dos listas distintas de precios se puede calcular que la diferencia entre los costos de los insumos tiene una implicación directa en el modelo económico y en el nivel óptimo de dLys (y por lo tanto, proteína) y AMEn a usarse.
Objetivo
La optimización dependerá de cuál será el objetivo: pollo vivo, canales o pechugas. Como ejemplo, si lo que se quiere maximizar es el margen bruto por kg de pollo vivo, el modelo debe mostrar un nivel óptimo de 95% del nivel recomendado de dLys cuando se usa la lista de precios “a”, mientras que el nivel cae a 90% dLys cuando se usa la lista de precios “b” (figura 2).
(Datos cortesía de Trouw Nutrition | Arte de Theresa Stukenberg, WATT Global Media)
En el caso de la energía metabolizable aparente, ambos escenarios muestran un nivel óptimo del 93% de AMEn de las recomendaciones nutricionales. Estos niveles indicados muestran claramente que los programas de alimentación para maximizar el rendimiento de los pollos de engorde no siempre maximizan la ganancia.
El modelo debe crearse de forma que requiera la entrada de pocos datos y sea capaz de entregar tablas y gráficos con información tanto técnica como económica, utilizando un submodelo animal y un submodelo económico (figura 3).
El submodelo animal debe simular el desempeño de pollos de engorde en sus diferentes fases productivas.
(Datos cortesía de Trouw Nutrition | Arte de Theresa Stukenberg, WATT Global Media)
Los parámetros de entrada para el modelado son raza, sexo, energía de las fórmulas, edad total hasta el sacrificio, peso corporal final, índice de conversión final y rendimiento de canales y pechuga. Además, el usuario deberá introducir los datos de la duración del período, el nivel de dLys y AMEn que se usan para cada fase.
Las salidas del modelo son ganancia de peso vivo, tasa de conversión, ingesta de alimento, rendimiento de canal y de pechuga. Idealmente, para una mejor comprensión, todos los resultados se deberán presentar tanto en tablas como en gráficos tridimensionales y en función de dLys y AMEn por período.
La ganancia diaria (g / día) y la tasa de conversión alimenticia se calculan de acuerdo con una función exponencial que tiene en cuenta la edad, el sexo, el potencial genético de los pollos de engorde y modulado por el dLys y la AMEn del alimento (figura 4 para conversión alimenticia).
El consumo de alimento se simula a partir de una relación de conversión alimenticia (entrada de modelo) aplicada a crecimiento. Los rendimientos de carne en canal y pechuga se calculan según una función exponencial corregida por un factor que considera la relación entre el peso corporal y los rendimientos.
El submodelo económico calcula el margen bruto obtenido para diferentes niveles de dLys y AMEn. Los parámetros de entrada, en esta parte del modelo, son los datos de rendimiento obtenidos en el submodelo animal y el precio de los alimentos y de la carne de pollo.
El modelo económico se aplica a un período de edad. En las tablas y gráficos resultantes, el margen bruto de pollo vivo, canales y cortes (pechuga y resto de carcasa) se presentan como una función de dLys y AMEn por cada período. Del mismo modo, y para facilitar la elección correcta del perfil del programa de alimentación, se señala el óptimo de dLys y AMEn para el máximo margen bruto.
El conocimiento preciso de los requerimientos puede ayudar a establecer programas de alimentación específicos, definir un rendimiento óptimo y reducir los costos de producción. Elegir los niveles óptimos de proteína y energía para dar a los pollos de engorde es una decisión compleja y difícil que depende de muchos factores. Programas como el modelo económico broiler model ayudan a los nutricionistas a tomar decisiones integrando los datos y objetivos del cliente con los precios de los insumos y el producto final (carne de pollo).