Hay que cambiar de mentalidad para usar fitogénicos

La mudanza hacia los compuestos botánicos requiere de un acercamiento diferente a la producción, para lo cual abunda información que el nutricionista puede consultar.

Los fitogénicos han transcurrido un largo camino hasta llegar a donde se encuentran. Empujados por tendencias o por presiones de la sociedad con respecto a los antibióticos, los fitogénicos han pasado por cuestionamientos por parte del usuario final en Latinoamérica para saberlos usar de forma correcta y obtener los resultados esperados.

Por ello, Arturo Fernández, gerente de ventas de Latinoamérica de Delacon, indicó que, al abrir el mercado latinoamericano, lo primero que se encontró es que tanto nutricionistas como gerentes de producción desconocían de los fitogénicos y su modo de acción, incluso llegaban a decir “que habían usado el producto antes y que no funcionaba”. Esa ha sido la barrera más fuerte con la que se ha topado.

Para usar los fitogénicos, primero hay que cambiar la mentalidad del usuario final. Tiene que conocer qué es lo que los fitogénicos hacen. “Muchas de las grandes granjas en América Latina no creían que se podrían obtener los resultados que ahora obtienen”. Fue cuestión de estudiar el producto, probarlo y obtener muy buenos resultados. “Y mucho empeño y perseverancia”, añadió. “El usuario que comienza a usar fitogénicos ya no los deja porque se da cuenta del beneficio”.

Respaldo técnico

Para Fernández, uno de los pilares que sostiene a los fitogénicos es la enorme biblioteca de pruebas de campo que hay. En Latinoamérica, las pruebas de campo se han hecho país por país, primero a pequeña escala y luego en granjas comerciales para sustentar lo que dice la argumentación técnica.

Arturo Fernández, de Delacon, dice que uno de los pilares de los fitogénicos es la inmensa biblioteca de pruebas de campo que tienen. (Benjamín Ruiz)

Por ejemplo, “el nutriólogo mexicano es de los que pide más información técnica, quiere ver más publicaciones científicas”, señaló Fernández. “Gusta más de aprender la parte técnica. Una ventaja que tenemos es que los productos están registrados en la Comisión Europea y, como han pasado por una serie de pruebas y documentación, eso nos respalda”.

México es el principal mercado de fitogénicos y está enfocado a gallinas ponedoras. En Brasil, llevan menos tiempo trabajando, pero el mercado está más dirigido a pollo de engorde.

Según el experto de Delacon, el mercado brasileño está muy protegido internamente, mientras que el mexicano está más competido, lo que representa un desafío, aunque ya tienen más de 10 años en México.

En el resto de Latinoamérica, el mercado se divide en partes iguales entre pollo y ponedoras, aunque en Suramérica se dirige más hacia pollo de engorde y en Centroamérica más hacia ponedoras. En contraposición, en Europa es mucho más fuerte en pollo de engorde.

La asociación con Cargill

El mercado avícola es el más importante en ventas, tanto el de gallina ponedora como el de pollo. “En el futuro, lo que queremos es llegar a ser los líderes del mercado en Latinoamérica”, apuntó.

Los fitogénicos van a seguir enfocándose en toda la región, no solo en los grandes mercados. Para ello, Delacon utiliza el sistema de distribución junto con Cargill, que es una empresa que está creciendo. En Colombia, Cargill adquirió las empresas Pollos Bucanero y Campollo, además de los negocios que ya tiene en Centroamérica.

En julio de 2017, Cargill hizo una inversión equitativa minoritaria en Delacon. Aunque no controla la compañía, sí permite una sinergia de la tecnología y el desarrollo de nuevos productos de Delacon con la red de distribución a nivel mundial que tiene Cargill.

“Esto nos ha hecho penetrar mucho mejor en los mercados con la red de distribución de ellos, así como en la misma producción propia de carne de pollo, que nos sirve no solo para pruebas demostrativas, sino para que la gente vea que Cargill usa fitogénicos y funcionan. Es una garantía”, aseguró.


Saponinas y aceites esenciales para trastornos intestinales

Los trastornos intestinales, como la coccidiosis y la enteritis necrótica, causan pérdidas valuadas en más de US$5,000 millones en todo el mundo. Para ello, es importante que los avicultores que ya no usan antibióticos empleen ahora productos naturales.

Los compuestos naturales bioactivos estimulan el tracto intestinal para que sea funcional y las aves se desempeñen con eficacia y bienestar, pues es la primera línea de defensa contra los patógenos microbianos, toxinas y antígenos.

Los compuestos fitogénicos, como las saponinas y los aceites esenciales, trabajan en conjunto para garantizar el consumo de alimento y, al mismo tiempo, que se pueda observar una reducción de la cantidad de oocistos excretados por gramo.

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