16 de mayo de 2012Investigadores estadounidenses estudiaron la posibilidad qué un aditivo químico pueda disminuir el potencial número de bacterias en el agua de enfriamiento.
Históricamente, los tanques de enfriamiento han sido clorados para ayudar a prevenir la contaminación cruzada entre las canales de pollos. Recientemente, otras opciones de aditivos químicos han sido puestas a disposición para ayudar a reducir la carga bacteriana durante el proceso de enfriamiento.
Comúnmente las canales de pollos con diferentes tipos y cantidades de bacterias son enfriadas juntas en un baño de agua fría que puede conducir a la transferencia de bacterias no deseadas de canal a canal.
Este estudio realizado por los investigadores Brad Schambach, Mark Berrang del Centro Richard B. Russell de Investigación, dependiente del Servicio de Investigación Agrícola, ARS, del Departamento de Agricultura de EUA, USDA, y por Mark Harrison del Departamento de Tecnología y Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Georgia y presentado en el Foro Científico Aviar de la Exposición Avícola Internacional de Atlanta 2012. La investigación tiene como objetivo determinar la eficacia de un aditivo químico patentado (T-128) para disminuir el número de bacterias en el agua de enfriamiento y estabilizar el cloro en presencia de material orgánico.
Investigación de diversos tratamientos
Para testear esto, ocho recipientes se prepararon conteniendo cada uno un ala de pollo fresco, agua y hielo en una proporción de 1:2:4 carne de pollo a agua a hielo. Dos recipientes fueron asignados a cada uno de los cuatro tratamientos, como sigue: control (sin aditivos), 50 partes por millón (ppm) de cloro, 0.5 por ciento de T-128 (por volumen), y una combinación de cloro 50ppm y 0.5 por ciento de T-128. Todos los recipientes se cubrieron con papel de aluminio y se agitó a 130 rpm durante cuarenta y cinco minutos.
Variación de temperatura
La temperatura del agua, pH, cloro libre y cloro total se midieron en el tiempo 0 (antes de la agitación) y después de 45 minutos de enfriamiento. También en el tiempo 0 y 45 minutos, un ml de agua de enfriamiento se colocó sobre la superficie del agar recuento en placa. Las placas se incubaron durante 24 horas a 37C y las colonias resultantes fueron contadas.
Este experimento se replicó cinco veces resultando en un total de diez muestras para cada uno de los cuatro tratamientos. Después de 45 minutos de agitación, la temperatura media del agua de enfriamiento varió desde 0.6 hasta 0.8C.
Promedios obtenidos de los distintos tratamientos
El promedio de pH en el agua de enfriamiento fue el siguiente: control: 6.92, 50ppm de cloro: 7.08, 0.5 por ciento de T-128: 3.10, y 50ppm de cloro más 0.5 por ciento de T-128: 3.85. La media de los niveles de cloro libre para estos tratamientos después de 45 minutos fueron los siguientes: control: 0.0ppm, 50ppm de cloro: 3.01ppm, 0.5 por ciento de T-128: 0.0ppm, y 50ppm de cloro más 0.5 por ciento de T-128: 2.84ppm.
Promedio del número bacterias aeróbicas totales detectados por ml de agua de enfriamiento después de 45 minutos fueron 213 unidades formadoras de colonias en test de control, 107 unidades formadoras de colonias en las muestras con cloro, 8 unidades formadoras de colonias en el T-128 solo y 10 unidades formadoras de colonias en el T-128 más cloro.
A pesar del hecho que después de 45 minutos, las muestras que contenían T-128 mostraron niveles similares de cloro activo como las muestras cloradas sin el aditivo, aquellos con T-128 tuvieron una disminución significativa (p <0,05) en el conteo de placas de agua de enfriamiento.
Conclusiones
Finalmente, las muestras que contienen el T-128 por sí solas resultaron con bajos números bacterianos comparables con las muestras que contienen tanto T-128 como cloro, y menor que las muestras que contienen sólo cloro. Se necesita investigación adicional para determinar si estos resultados son debidos a T-128 interactuando con cloro o simplemente por la reducción del pH causada por la adición del aditivo químico T-128 solamente.