15 de agosto de 2013Aprovechan equipos descartados en Europa para lograr mayores eficiencias
De 2012 a 2013, la firma colombiana Avícola Nacional S.A., Avinal, pasó de producir diariamente 800 mil huevos a un millón de unidades, equivalente al 3 por ciento de la producción nacional estimada en 32 millones de huevos diarios. Todo un hito en sus 41 años de existencia.
De acuerdo con Carlos Guillermo Tobón Calle, gerente general de esta empresa que provee el 25 por ciento de la demanda de la proteína en las regiones de Antioquia, Viejo Caldas y Costa Atlántica (occidente y norte), este incremento significativo fue posible gracias a la inversión en tecnología realizada por Avinal.
“Adquirimos recientemente unos galpones tecnificados y automatizados, cada uno para 90 mil gallinas, lo que nos permite contar, prácticamente en el mismo espacio de siempre, con cerca de un millón y medio de ponedoras en nuestras tres plantas de Carmen de Viboral y Rionegro (oriente de Antioquia)”, asegura el empresario.
Avinal, como otros productores avícolas colombianos y del área andina suramericana, ha podido actualizar tecnológicamente sus instalaciones con equipos de segunda mano y en excelente condición, adquiridos en países del occidente de Europa, donde la normatividad comunitaria vigente desde enero del año pasado no permite a los avicultores el uso de dichos enseres y procesos.
“Esta tecnología, que es importada a nuestro continente a muy buen precio, baja los costos porque reduce la mano de obra y aumenta en gran medida la producción”, afirma Carlos González S., docente e investigador de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Colombia, para quien esta tendencia “es ideal para nuestro medio, pues nos preocupa más la seguridad alimentaria que nociones de bienestar animal; necesitamos producir más, con calidad y a un menor precio para ser competitivos y, lo más importante, para entregar un producto barato, de fácil acceso para la población más pobre”.
Tanto el empresario como el académico consultados por este medio, señalaron dos ventajas adicionales de esta actualización tecnológica: el mejoramiento en las condiciones ambientales por el manejo de las emisiones contaminantes; así como la garantía de bioseguridad del huevo producido en estas condiciones, propiciada por la casi nula manipulación humana.