28 de julio de 2011El presidente de la Asociación Mexicana de Técnicos Especialistas en Carne enfatiza que la carne porcina mexicana está 100% libre del fármaco clembuterol.
El Dr. Diego Braña Varela, especialista del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, INIFAP, y presidente de la Asociación Mexicana de Técnicos Especialistas en Carne, Amexitec, ha sido enfático en declarar que la carne porcina mexica está 100% libre de clembuterol.
Este experto en crianza porcina, egresado de la UNAM y posgraduado por la Universidad de Illinois, Estados Unidos, afirmó que el uso de clembuterol entre los productores porcinos no es conveniente porque el primer efecto que tiene en los animales es que dejan de comer y pierden peso.
Además, agregó, en ciertas condiciones el clembuterol puede ser sumamente tóxico para las crías de ganado porcino y provocar enfermedades que acarrean pérdidas económicas. Esto desincentiva a los productores, incluso si operan de manera irregular.
En la última década, México ha conquistado terreno en el competitivo mercado de la venta de carne porcina para países asiáticos. Actualmente es el cuarto exportador de este producto hacia Japón y Corea, solamente superado por Estados Unidos, Canadá y Australia.
El Sr. Braña Varela, quien es investigador de INIFAP desde 1997, afirmó que el problema de la contaminación de carne roja con clembuterol impacta principalmente a los productores de carne de res, quienes son víctimas de algunos competidores desleales que usan ese medicamento descongestionante y broncodilatador para promover la ganancia de peso entre animales que después venden en rastros no regulados.
En 1965, se demostró que animales alimentados con clembuterol, aumentaban la masa muscular y disminuían el tejido graso, al mismo tiempo que aminoran la ingesta oral.
El doctor Braña indicó que aunque en México sí existe una legislación sólida para castigar a los productores de carne que engordan con clembuterol a sus animales, lo cual ocurre principalmente entre criadores de vacas, reses y terneras, el problema real es que en México existen muchísimo rastros municipales y mataderos clandestinos donde se recibe y sacrifica a cualquier animal sin las mínimas normas sanitarias.
El médico veterinario explicó: “Como en otras áreas de la actividad económica, en el caso de la ganadería se repite el problema de que no toda la carne que se produce en el país tiene los mismos estándares de calidad y no en todos los casos se puede llevar un registro adecuado de los animales. Existen muchas casas de faena o de proceso que son clandestinas y no hay manera de saber en qué condiciones llegan los animales”.
Además, el Dr. Braña dijo que en México existen registrados mil 100 rastros y sólo 115 cumplen con las normas de vigilancia y limpieza para ser considerados Rastros TIF y para procesar carne con calidad de exportación.
“Sería muy grave para la ganadería mexicana que se confundan los problemas de la carne de res con los de la carne porcina. Técnicamente no se pueden poner ambas en la misma canasta. En el caso del porcino criado en México se ha experimentado un proceso de mejoramiento que ya tiene muchos años de avances acumulados, que han permitido seleccionar las mejores líneas genéticas para producir más carne y menos grasa”, concluyó.