Científicos polacos analizan el uso de cultivos genéticamente modificados con propiedades nutricionales mejoradas como materias primas para alimentos balanceados para aves.
De acuerdo al Departamento de Nutrición Animal y Ciencia de los Alimentos, dependiente del Instituto de Investigación Nacional de Producción Animal de Polonia, las plantas genéticamente modificadas constituyen una parte cada vez más importante de los cultivos disponibles en el mercado de los alimentos balanceados.
Hasta la fecha, las plantas genéticamente modificadas más comunes han sido aquellas con características agronómicas mejoradas. Conocida como “la primera generación de plantas transgénicas”, que son sustancialmente equivalentes a los materias primas convencionales, estas plantas de líneas puras conforman la generación parental.
Recientemente el Journal de la World Poultry Science publicó un intenso trabajo experimental realizado por Swiatkiewicza y Arczewska-Włoseka, en el cual se utilizó métodos de ingeniería genética, han dado como resultado la producción de plantas GM con cambios sustanciales en la composición química, a éstas se les conoce como plantas genéticamente modificadas de segunda generación.
El objetivo principal de la transgénesis consiste en mejorar las propiedades nutricionales de los cultivos, aumentando el nivel de sustancias deseables o disminuir la cantidad de compuestos nocivos en las semillas. Esta investigación analiza el uso de cultivos genéticamente modificados con propiedades nutricionales mejoradas como materias primas para alimentos balanceados para aves.
Sobre la base de la información presentada, se puede concluir que los cultivos transgénicos con mayor valor nutricional, aumento del contenido de fósforo disponible, incremento de la concentración de aminoácidos limitantes, o que contengan genes que expresan enzimas transgénicas o sustancias antimicrobianas pueden ofrecer considerables beneficios a los productores avícolas.