Claves para una buena integridad intestinal en las aves

Claves para una buena integridad intestinal en las aves

(Alexander Baidin | Dreamstime.com)

La integridad intestinal está relacionada con varios factores que, junto con otras herramientas, le permiten al ave enfrentar mejor los desafíos sanitarios.

El término integridad intestinal se refiere al desarrollo completo, macroscópico y microscópico del tubo digestivo, a su integridad ininterrumpida y a su funcionalidad óptima. Está relacionada con las vellosidades intestinales y su capacidad para realizar las funciones metabólicas: digestión, secreción, absorción y transporte de nutrientes. También se asocia con otros factores como nutrición, microbiología, inmunología y fisiología.

Importancia de una buena integridad intestinal

Debido a que la salud intestinal dirige el desempeño productivo, se hace necesario estimular un desarrollo temprano, íntegro y completo del aparato gastrointestinal a modo de maximizar el proceso de digestión y absorción de nutrientes, así como el control de patógenos entéricos para, finalmente, permitir que el ave exprese su máximo potencial genético. Para lograrlo, es importante que se cumpla con algunos condicionantes tales como:

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  • El alcance de una madurez entérica temprana: muy importante para el buen desarrollo del sistema inmune y de la capacidad de absorción de nutrientes.
  • Una buena barrera de defensa de la mucosa: para prevenir la colonización de bacterias patógenas.
  • Un ecosistema de microbiota benéfica estable y diverso en el intestino posterior: en este punto es importante mencionar varios aspectos:
    • La flora bacteriana varía a lo largo del tracto gastrointestinal (va aumentando de la parte proximal a la distal del intestino, ya que las regiones que tienen condiciones menos tolerables y un paso más rápido de los contenidos intestinales tienen menos bacterias).
    • Su desarrollo comienza desde el proceso de incubación. A las dos semanas, la microbiota del intestino delgado ya está bien establecida y a los 30 días, la del ciego.
    • Protege contra la invasión de patógenos, ya que segrega compuestos antimicrobianos naturales (bacteriocinas) que inhiben el crecimiento de las bacterias menos favorables (exclusión competitiva).
    • Segregan ácidos grasos volátiles/ácidos orgánicos (nutrientes adicionales).
    • La gestión de las poblaciones bacterianas mejora la digestibilidad y la eficiencia alimenticia. Así, por ejemplo, cabe destacar que los Lactobacillus tienen una correlación positiva con la proteína y la energía (en dietas bajas en fibra), mientras que, por el contrario, familias como las Clostridiaceae y Turibacteraceae se relacionan negativamente con estos nutrientes y las Lachnospiraceae y Prevotella lo hacen con la pared celular. Es por ello por lo que es deseable incrementar la biodiversidad de la microbiota. Esto podemos lograrlo con el uso de mezclas sinérgicas de ácidos orgánicos, los cuales son un apoyo al mecanismo natural para mantener el intestino saludable.

(Cortesía de Trouw Nutrition)

Beneficios de los ácidos orgánicos

En la parte proximal del intestino delgado predominan las bacterias grampositivas, mientras que en la parte distal, las gramnegativas (patógenas). Los ácidos orgánicos son absorbidos rápidamente en la primera porción de este órgano, por lo tanto, tienen efecto limitado en la parte distal de este, en donde necesitamos primordialmente su efecto.

Por esto, se necesita del uso de mezclas que contengan ácidos orgánicos de liberación lenta o tamponados, de modo que logren actuar a lo largo del tracto gastrointestinal, apoyando el equilibrio microbiano y fortaleciendo, además, la pared intestinal, como se puede ver en las figuras 1 y 2.

Ante situaciones desafiantes se precisa un trabajo en equipo, que la microbiota y la barrera intestinal interactúen simultáneamente, pero además se precisan soluciones innovadoras que refuercen la salud intestinal de manera sustentable.

(Cortesía de Trouw Nutrition)

Causas de la pérdida de la integridad intestinal

Algunos factores, como el exceso proteína en la dieta, el desequilibrio de la flora intestinal, la alteración de la permeabilidad de la pared intestinal y de mecanismos inmunes y endocrinos pueden traer consecuencias negativas sobre la microbiota, lo que ocasiona una disbiosis, es decir, presencia de una microbiota anormalmente cuantitativa o cualitativa en el intestino delgado, con el riesgo de translocación bacteriana y una respuesta, perdiéndose la integridad intestinal.

Además, existen otros elementos que pueden alterar la integridad intestinal, tales como:

  • Los no infecciosos:
    • deficiencias o imbalances nutricionales (nivel de proteína, balance electrolítico),
    • factores antinutricionales (soyas mal procesadas),
    • mala calidad de las grasas,
    • presencia de micotoxinas y factores que influyen en la inmunodepresión,
    • aminas biogénicas y
    • otros, tales como el tamaño de la partícula, el consumo de agua y la restricción alimenticia.
  • Los infecciosos:
    • manejo inadecuado de la bioseguridad,
    • presencia de enfermedades inmunosupresoras (Gumboro, Marek),
    • presencia de parásitos y enterobacterias (coccidias, E. coli, Clostridium, Salmonella), que afectan de manera directa la digestibilidad de los nutrientes.

Recomendaciones para conservar una adecuada integridad intestinal

  • Suministre agua y alimento de buena calidad de forma inmediata a la llegada de las aves.
  • Formule con un aporte adecuado de nutrientes y calidad de materias primas (digestibilidad).
  • Incluya y use estratégicamente aditivos nutricionales (ácidos orgánicos de cadena corta y media libres y tamponados, hidroxicloruro de cobre, terpenos, betaglucanos, enzimas, pre y probióticos, entre otros) como mejoradores de la digestibilidad.
  • Desarrolle programas de seguimiento y diagnóstico oportuno de los trastornos entéricos (coccidiosis).

Consideraciones finales

Finalmente, en la avicultura moderna nos enfrentamos cada vez más a las nuevas tendencias, consumidores cada vez más exigentes e interesados en conocer el origen, composición y tratamiento de lo que consumen. Por ello, hay algunos retos y desafíos que debemos asumir para producir cada día productos de calidad superior. Esto implica que debemos hacer uso de herramientas que nos permitan la crianza de animales bajo sistemas libres de antibióticos, sin detrimento del estatus sanitario (incluyendo la salud intestinal) y con una mayor resistencia a las enfermedades infecciosas, pero que al mismo tiempo sea rentable.

Debemos, entonces, valernos de estrategias combinadas de nutrición, manejo y salud. Es importante potenciar todos los programas de medicina preventiva, medidas alternativas y/o complementarias de prevención y tratamiento, tales como bioseguridad, planes vacunales, conciencia sobre el no uso de antibióticos, uso de aditivos mejoradores de la salud intestinal, entre otros.

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