¿Estamos listos para retirar antibióticos de las aves?

La vacunación ofrece una opción que al consumidor le parece aceptable.

Durante la Ceva Poultry Vaccinology Summit realizada en Barcelona, España, el pasado mes de marzo, se analizaron diferencias perspectivas de la producción de pollo sin antibióticos y su impacto. El uso de antibióticos es uno de los crecientes desafíos en producir proteína animal inocua hoy en día y todos tienen puesta la mira en la producción de pollo.

Se calcula que el 20 por ciento de los alimentos se pierden por enfermedades animales. Eso significa que necesitamos proteger las fuentes de alimentos. Pero, ¿sin antibióticos?

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Cada día hay más compañías que quieren que se les suministre pollo libre de antibióticos. De acuerdo con la Dra. Ashley Peterson, vicepresidente de ciencias y tecnología del National Chicken Council (NCC), del total de pollos producidos en EUA, del 10 al 15 por ciento ya se produce libre de antibióticos y un 40 por ciento con un uso restringido o responsable. La producción libre de antibióticos ("antibiotic-free" o ABF), también conocida como NAE ("no antibiotics ever" o sin usar nunca antibióticos), puede incluir estos compuestos si se llegan a enfermar las aves, pero ya no se pueden comercializar como ABF.

Uso del término adecuado

El tema de la producción libre de antibióticos es bastante complejo, porque la definición no es clara.

“Cuando el consumidor pide pollo libre de antibióticos, normalmente lo que viene a la mente es libre de antibióticos que se usan en humanos” dice el Dr. Branko Alva, director avícola para Latinoamérica de Ceva. Pero realmente la etiqueta “libre de antibiótico” significa libre de coccidiostatos, libre de promotores de crecimiento, libre de terapéuticos, lo que es bastante amplio.

El Dr. Branko Alva, de Ceva.

El Dr. Branko Alva, de Ceva, dice que si quisiéramos retirar los antibióticos tenemos que pensar en una alternativa como la vacunación. Foto cortesía de Ceva.

Hay que tener cuidado con el término “libre de antibióticos”, porque la carne controlada por entidades gubernamentales o empresas que tienen un buen control de calidad, no tiene antibióticos.

“La palabra correcta sería 'criación libre de antibióticos' o sea, no antibióticos durante todo el proceso de crianza”, dice.

Quizás nos estemos llenando de nombres y siglas, pero Peterson dijo que, “Si la etiqueta no tiene estas siglas, el consumidor cree que la carne de pollo sí tiene antibióticos, lo cual no es el caso”.

Otro de los aspectos importantes es que debido a los diferentes términos que se usan, hay mucha confusión entre los consumidores, lo cual se añade a la ignorancia que hay al respecto. Por ejemplo, de acuerdo con un estudio hecho por el NCC, el consumidor cree que se usan antibióticos “porque hay un mal manejo o para la promoción del crecimiento” lo cual no es el caso.

Otro punto importante es que la mayoría de los antibióticos que se usan en la producción animal no se usan en medicina humana, ni tampoco se usan antibióticos de uso humano para promover el crecimiento.

Situación en Latinoamérica

A diferencia de otros países, “No existe en Latinoamérica todavía una regulación clara, ni presión de los grupos de consumidores, como en los países desarrollados, de donde viene la presión para producir alimento que sea libre de antibióticos”, señala Alva.

“En Latinoamérica, tenemos una población muy grande que lo que demanda ahora es calidad de proteínas saludables”, dice Alva. “No pide una proteína libre de cosas, porque no tenemos una población rica”.

El asunto también es que, “Hay muchas variaciones entre los países de Latinoamérica, entre grandes compañías o estados que regulan mejor la carne que sale al mercado y otras compañías donde las regulaciones no están presentes”.

Recordemos que en Latinoamérica todavía hay mercados de aves vivas, donde estos conceptos van ser muy difíciles de controlar si llegan a ser implementados.

¿Quién lleva la batuta?

Peterson cuestionó que entre los diversos protagonistas: consumidores, legisladores/gobierno, vendedores al menudeo, industria, ¿quién es el que lleva la industria? Porque al parecer, en EUA o Europa, la industria que consume productos avícolas sucumbe a las presiones de grupos del consumidor, sin fundamentarse en hechos científicos y sin consultar a la industria para ver qué es económicamente viable.

En este momento, en el caso de Latinoamérica, no hay una tendencia clara por parte del consumidor.

“Existen algunos nichos de mercado muy pequeños que comienzan a aparecer, a los que algunas empresas están tratando de llegar”, comenta el director de Ceva para aves en Latinoamérica. Y esto “no es porque el consumidor esté haciendo presión, sino porque las empresas están tratando de diferenciar sus mercados, de diferenciar sus productos y dar valor agregado a un grupo de productos”, lo cual agrega un aspecto interesante, que le da un giro a cómo se van a hacer las cosas.

De esta forma, parece que en Latinoamérica la tendencia va a comenzar al revés, no porque el consumidor empuje sino porque la empresa cree productos específicos y trate de colocarlos para que llame la atención de algunos consumidores de mayor poder adquisitivo.

Vacunación como alternativa

En las tendencias futuras, Peterson señaló tres cosas puntuales: uso de la vacuna de la coccidiosis, el desarrollo de antibióticos alternativos y finalmente, el uso de vacunas en lugar de antibióticos, para lo cual “tiene que haber innovación en salud animal”.

En este momento, la industria avícola latinoamericana, con algunas excepciones, no está preparada para retirar todos los tratamientos.

“Si quisiéramos retirarlos coccidiostatos”, dice Alva, “tendríamos que pensar en una alternativa como la vacunación”.

La industria avícola tendría que analizar la alternativa a los promotores de crecimiento. El retiro de terapéuticos que se pueden usar también en humanos tiene que ser un tema reglamentado.

“Porque no podemos retirar los terapéuticos, ni exigir que no existan terapéuticos si al mismo tiempo, en algún momento tendremos la necesidad de utilizarlos”, él agrega.

¿Es factible combinar vacunación e ingredientes como aceites esenciales u otros? Alva dice que sí lo es: “Es uno de los desafíos que tiene tanto la industria farmacéutica, de proveer productos alternativos que pudieran producir alimentos sin antibióticos o con menor cantidad de uso, y a la vez los productores que tienen que adecuar sus tecnologías de producción, la implementación de procesos, para poder utilizar el producto de manera más efectiva”.

Bienestar animal

Lo anterior nos lleva al tema del bienestar animal. Alva señala que, “No podemos dejar que un ave se muera sufriendo, hay que aplicarle un tratamiento”. Si se enferman los pollos, existe la obligación de administrar los antibióticos, por ética y por el bienestar de los animales.

No nos podemos olvidar de la sustentabilidad y del bienestar animal, ya que habrá más humedad en la cama y se pueden presentar problemas sanitarios, como la enteritis necrótica.

Antibióticos y enfermedades aviares

En Latinoamérica hay muchas enfermedades aviares. Muchas de las enfermedades respiratorias son las responsables de los tratamientos terapéuticos que se usan.

“Si tenemos vacunas más eficientes, pero a la vez menos reactivas, tendremos más probabilidad de tener parvadas mucho más saludables que no necesiten medicaciones, ni para controles de algunas reacciones posvacunales, ni para la medicación de la enfermedad”, dice el directivo de Ceva en Latinoamérica.

Un buen ejemplo son las vacunas vectorizadas para Newcastle, de cómo se puede lograr un control efectivo de las enfermedades inmunosupresoras que vienen detrás, que empeoran la situación sanitaria que lleva al uso de antibióticos.

“Hay un mundo de oportunidades para eso, y obviamente la vacuna de coccidiosis en algún momento tendrá que ser más relevante en este proceso”, dice.

Mejor imagen de la vacuna

Ante los ojos del consumidor, la vacuna tiene mejor imagen que los antibióticos. En Latinoamérica hay muchos tabús y poco conocimiento.

“Todavía se piensa mucho que los pollos crecen con hormonas, entonces el consumidor tienen miedo a los productos químicos”, dice Alva.

Al parecer, las vacunas se perciben como algo más natural, que no tendría influencia negativa para el consumidor si consumen pollo.

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