Los 5 temas de la avicultura colombiana en 2016

Los 5 temas de la avicultura colombiana en 2016

Andrés Valencia Pinzón, el presidente de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia. | Benjamín Ruiz

Los avicultores colombianos se enfrentan a varios aspectos de producción, económicos y sanitarios que no obstante los colocan en un cuarto lugar latinoamericano.

La industria avícola colombiana, cuarta en importanciade Latinoamérica, cerró 2015 con un crecimiento cercano al 5 por ciento, impulsada en buena medida por la producción de huevos. Nuevamente, rompieron récord en producción nacional de huevos, al superar los 12,150 millones de unidades. Por otra parte, la producción de pollo creció alrededor del 4 por ciento, para llegar también a una producción récord de 1.42 millones de toneladas.

El año pasado, se encasetaron 765 millones de pollos y ponedoras. Al mes, el encasetamiento promedio de pollo de engorde fue de 62 millones de aves y de gallinas ponedoras estuvo alrededor de 3.1 millones de aves.

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Conversamos con Andrés Valencia, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultura (Fenavi) de Colombia, para analizar los siguientes cinco puntos cruciales de la avicultura de su país.

"Demoraremos un par de años en sacar adelante esa primera zona libre de Newcastle en Colombia." Andrés Valencia, presidente ejecutivo de Fenavi de Colombia

 

 

 

 

 

 

1. Devaluación del peso colombiano

Los avicultores colombianos se han enfrentado al aumento de los costos a causa de la devaluación del peso colombiano. La industria avícola depende en buena medida de los insumos importados de EUA, “lo que hace que los costos hayan aumentado alrededor del 40 por ciento, sobre todo en el segundo semestre del año pasado”, dice Andrés Valencia. Esto ha ocasionado un aumento en los precios de los alimentos en Colombia, no solo del pollo y el huevo, sino del arroz, el pan y otros productos alimenticios que dependen de insumos importados.

A pesar de los precios internacionales más bajos de los insumos, como el del maíz, la devaluación del peso ha contrarrestado este efecto.

“Eso hace que no podamos aprovechar los bajos precios que ha hoy en día en estas materias primas”, señala Valencia.

Además, Colombia tiene un cupo de importación sin aranceles para el maíz de EUA, que normalmente se consume hacia finales del primer semestre. Es decir, a partir del segundo semestre, Colombia tendrá que pagar aranceles del 14.5 por ciento por el maíz amarillo que venga de EUA, que aunado a la devaluación, puede ser de otros 15 puntos para este año. Por lo tanto, la rentabilidad de los avicultores tendrá que ajustarse.

2. Importación de pollo

El contingente arancelario que Colombia negoció en el Tratado de Libre Comercio con EUA para trozos de pollo es cercano a las 32 mil toneladas en cuatro subastas al año. La primera se hizo en diciembre del año pasado para el pollo que ingresaría a partir del primero de enero.

“Curiosamente en esa primera subasta, se subastó todo el contingente, unas 8 mil toneladas. Es la primera vez que se subasta en su totalidad”, comenta el presidente ejecutivo de Fenavi. “Eso básicamente obedece a que el precio del cuarto trasero aquí o en EUA está cayendo enormemente, entre 30 y 40 por ciento”.

Además de las restricciones que ha tenido el pollo estadounidense en mercados como el ruso y a cambios en los hábitos de consumo, “también creemos que se subastó en su totalidad porque en Colombia acaba de entrar a regir una ley anticontrabando que hace muy estricto cualquier práctica ilegal en las importaciones”, dice Valencia.

Fenavi ya había denunciado con anterioridad que parte del pollo estadounidense entraba por contrabando técnico. Es decir, traían trozos de pollo, que para eludir el contingente, se registraba como pechuga, con 0 por ciento de arancel. Así, se subutilizaba el contingente en un 80 por ciento.

El año pasado cerró con importaciones de alrededor de 60 mil toneladas de carne de pollo (carne y pasta), en gran parte procedente de EUA.

3. Consumo de huevo y pollo

En huevo marcaron récord, pues cerraron 2015 con un consumo de 252 huevos al año.

“Eso representa más o menos 10 huevos más por persona, en relación al año anterior” comenta Valencia. “Colombia debe estar en el Top 10 de los países que más consume huevo por persona al año. Las 252 unidades deben ser más o menos el consumo que tienen países como EUA”.

Están lejos de los consumos de México o Uruguay, pero eso señala espacios para el crecimiento.

En pollo, cerraron con 30.3 kg al año, “lo que la ratifica como la de principal consumo en el país, muy por encima de la carne de res, que estaba alrededor de 18-19 kg y de la de cerdo que va de 7-7.5 kg”.

Esta cifra incluye la producción nacional y las importaciones. De los 30 kg de pollo, Fenavi estima que unos 600 o 700 g proceden de las importaciones.

4. La situación del Newcastle

“Tuvimos un 2015 mejor en cuanto a Newcastle. En el último trimestre de 2014 se presentó una situación complicada, que hizo que los precios se dispararan y crecieran por encima de la inflación”.

A raíz de esta situación sanitaria, Fenavi trabajo en 2015 para diseñar un plan de erradicación.

“Logramos que el gobierno incluyera en su Plan de Desarrollo una frase donde instruía a las instituciones sanitarias a iniciar un plan de erradicación”, dice el ejecutivo colombiano.

Diseñado y consensuado con el Instituto Colombiano Agropecuario, a partir de este año por primera vez se va a empezar a rastrear la movilización de productos avícolas en todo el país, tanto gallinas, como pollos en pie, huevo, carne, pollinaza y gallinaza. Va a haber controles de movilización, con el fin de ver cómo son los circuitos en los que se mueven esos productos.

“La idea”, dice Valencia, “es que iniciemos una zona libre, que comience con el Valle del Cauca, en Chocó, en la costa del Pacífico colombiano, hacia el interior. Yo creo que demoraremos un par de años en sacar adelante esa primera zona libre”.

5.    El problema de la tributación

Fenavi está muy pendiente de lo que vaya a pasar en materia de tributación en Colombia este año. Colombia es un país que tiene muy baja recaudación de impuestos, especialmente del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Entre varias recomendaciones que se han hecho, se sugirió gravar con un IVA del 5 por ciento los productos de la canasta familiar, que hoy día están exentos de este impuesto.

“Nosotros, obviamente, manifestamos desde el principio, nuestra oposición. Nos parece una idea pésima que le va a costar a los colombianos por lo menos unos 300 a 400 millones de dólares adicionales para poder consumir pollo en Colombia” señala el presidente ejecutivo de Fenavi.

Fenavi va a hacer todos los esfuerzos que estén a su alcance para evitar que la propuesta llegue al congreso colombiano.

 

 

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