Ha sido demostrado en las líneas de pollos de engorde de alto desempeño que los embriones de estos pollos generan 50% más calor en la última etapa de su desarrollo cuando se lo compara con líneas genéticas de los años 70.
Los pollos recién nacidos son hábiles de desempeñarse por sí mismos desde el mismo momento en que eclosionan del huevo, tienen los ojos abiertos, pueden alimentarse por sus propios medios, están cubiertos por plumón, y un desarrollo neuromotor que los independiza de la madre totalmente, debido a ello se los denomina como especie de tipo “precoz”, a deferencia de las especies “altriciales” que nacen con los ojos cerrados, relativamente inmóviles, descubiertos de plumas y/o plumón, son muy dependientes del cuidado de los adultos.
Esta característica del pollo, que significa una ventaja desde el punto de vista de la zootecnia, presenta una limitación para el embrión, puesto que depende de los nutrientes y del agua que se encuentran confinados en el huevo, dado que no cuentan con otra fuente alternativa hasta que ingieren su primera comida, una vez ingresado en la granja.
La nutrición inicial el embrión la toma por absorción del vitelo, compuesto por agua en un 50%, 17% de proteínas, 32% de lípidos, y de 1% de carbohidratos, que en una primer etapa es por contacto directo y luego a través de capilares sanguíneos.
El único intercambio que el embrión realiza con el medio ambiente donde se incuba es de temperatura, vapor de agua, oxígeno y dióxido de carbono. El intercambio gaseoso se realiza desde muy temprano en la embriogénesis a través de los poros de la cáscara, y de la membrana corioalantoidea.
En las últimas etapas de la incubación el saco vitelino remanente penetra en la cavidad abdominal, su contenido sirve de reserva para los primeros días de vida luego de la eclosión. Antiguamente se lo consideraba como una fuente energética, pero se ha demostrado que los lípidos de saco vitelino residual son los ácidos grasos que se utilizan (en un 80%) en las primeras 24 horas como parte constituyente de los fosfolípidos de las membranas de las células somáticas, y por lo tanto no deberían ser utilizados como fuente energética, por otro lado las proteínas de esta yema residual son básicamente anticuerpos maternos, si se catabolizan para transformarse en aminoácidos para entrar en el ciclo de la neoglucogénesis no cumplirán con su función de defensa pasiva del ave, para lo cual se vacunaron las reproductoras.
El amnios es la estructura extraembrionaria que contiene al embrión, esta estructura secreta el líquido amniótico que le sirve de contención, y en los momentos previos a la eclosión el embrión lo consume para proveerse de agua y de nutrientes, siendo esta una vía de inoculación para cuando se utiliza la vacunación in ovo.
Tanto por la acción del picado al momento del nacimiento, como por el costo metabólico que implica la termorregulación y la formación de los nuevos tejidos la demanda de energía se incrementa sensiblemente hacia los primeros momentos de la eclosión.
La fuente primordial de energía del embrión proviene de la glucosa, pero como se recordará, solamente el 1% de los nutrientes son carbohidratos, además de ser una fuente energética necesaria para la síntesis de glicoproteínas y glicolípidos. Una vez agotada la fuente original, el embrión debe recurrir a la producción de glucosa a partir de otros precursores, la que se realiza a partir de la neoglucogénesis fundamentalmente en el hígado y en muy pequeña medida en el riñón. El precursor más importante es el latato proveniente de la glicólisis de los músculos, y de los eritrocitos, además el glicerol que proviene del catabolismo de los lípidos, y de los aminoácidos del catabolismo proteico.
Estos procesos ocurren fundamentalmente en la etapa prenatal y perinatal del pollo, una vez que este ingiere alimento con una ración rica en carbohidratos ya cuenta con fuente de glucosa disponible para ser transformada en energía, glicoproteinas y glicolípidos.
Por lo tanto en esta etapa del pollo hay un déficit energético debido a que las reservas de glicógeno se agotan durante el período perinatal del pollo. Esta depleción energética puede afectar, desde la habilidad para poder picar eficientemente la cáscara y eclosionar, o bien nacer con un déficit tal que afecta la viabilidad durante la primera semana de vida o el peso final de la parvada.
Actividad metabólica
Las líneas de alto desempeño no solo han demostrado tener una mayor ganancia de peso durante la crianza, a igual edad que las líneas que los precedieron, sino que también ha sido demostrado que tienen un mayor metabolismo embrionario en las últimas etapas de la incubación.
El mayor crecimiento produce cambios de metabolismo e incremento calórico, la temperatura del embrión aumenta respecto de la temperatura del aire que lo circunda, especialmente durante la segunda mitad del período de incubación, lo cual puede ser medido tomando la temperatura de la superficie de la cáscara del huevo embrionado.
La temperatura ideal superficial del huevo durante la incubación se sitúa entre 99,5º F y 101º F, a veces el embrión está a 5º F por encima, cuando el proceso se lleva a cabo en incubadoras de carga múltiple, en las que es muy difícil manejar la temperatura del ambiente de la máquina incubadora.
El mayor crecimiento produce cambios de metabolismo e incremento calórico, la temperatura del embrión aumenta respecto de la temperatura del aire que lo circunda, especialmente durante la segunda mitad del período de incubación.
¿Cómo es el metabolism y el déficit energético?
El conjunto de reacciones químicas que forman parte de la respiración de las células del embrión del pollo se realiza mediante la oxidación de hidratos de carbono, ácidos grasos y aminoácidos, cuyos productos finales son la liberación de energía en forma utilizable y dióxido de carbono (ciclo de Krebs).
Si se toma en cuenta el hecho de que el 1% de la fuente energética proveniente del huevo (hidratos de carbono) queda claro un déficit energético no solo por ese mayor metabolismo (producción de calor) sino que por su limitada fuente energética proveniente la glicólisis para entrar en el ciclo de Krebs y así proveer de sustrato necesario para ese mayor rango metabólico.
Mecanismos para adaptarse
Debido a ese incremento calórico descrito en el embrión por encima de los 101º F disminuye el ritmo de crecimiento, a modo de efecto paradojal, con impacto no solo con el crecimiento embrionario, sino que también retrasa el desarrollo de los aparatos digestivo y cardiovascular.
Este ambiente prenatal ejerce un efecto de condicionamiento sobre las funciones termorreguladores para la etapa postnatal, por cambios en la neuroorganización y la expresión de los genes efectores, algo muy estudiado por la epigenética. (La epigenética se refiere a los cambios reversibles de ADN que hace que unos genes se expresen o no dependiendo de condiciones exteriores).
Anatomopatología
Todas las alteraciones que se observan al momento de practicar una embriodiagnosis o en los pollitos recién nacidos, se relacionan a la cantidad de calor que ellos generan y las consecuentes respuestas fisiológicas.
El incremento de temperatura hace que el orificio umbilical se cierre antes de tiempo, si esto ocurre antes que las asas intestinales penetren en la cavidad abdominal, se van a observar embriones con las asas fuera de la cavidad, áreas con isquemias por la interrupción de la circulación sanguínea, o también es posible observar asas intestinales con alto contenido gaseoso.
Si el exceso de calor ocurre con el saco vitelino en el interior de la cavidad abdominal, pero todavía sin ser absorbido totalmente, se produce la interrupción de su absorción por una falla vascular, la no absorción puede ocasionar, además puede ocurrir que se contamine el saco vitelino retenido, puesto que mantiene un contacto directo con el ombligo aún sin cerrar. A veces, puede haber retención del vitelo pero con el orificio umbilical ya cerrado, motivo por el cual el pollito se verá con el abdomen abultado. En estas condiciones también se puede afectar el desarrollo del corazón y el sistema digestivo. Hay problemas de pigmentación por la deficiente absorción de carotenos, de absorción de riboflavina, mal emplume y crecimiento.
Con estas condiciones ambientales, además se suele observar una Malposición de Tipo VI (cabeza sobre el ala derecha en lugar de estar por debajo). Los picados no nacidos se observan con una perforación de la cáscara que manifiesta la posición anómala. Como la cabeza no está protegida por el ala, y como los huesos del cráneo son laxos, se observa de un lado la forma más redondeada que del opuesto, debido al contacto con la forma de la cáscara. Como el embrión no se puede mover libremente, debido a la malposición rompe la cáscara esforzando el pico, lo que produce una mancha roja donde comienza la cresta, y se observan las narinas obstruidas por la dificultad para eclosionar y al secarse el plumón que hay en el ambiente de la nacedora.
La eclosión del pollito se realiza gracias a determinadas estructuras anatómicas, el pico perfora la cáscara, el músculo de la parte dorsal del cuello denominado Musculus complexus (músculo del picaje) y el apoyo que dan los tarsos para poder empujar, por lo tanto estas estructuras anatómicas se verán afectadas en los esfuerzos para nacer en estos pollos con déficit energético.
Si el exceso de calor se produce en la etapa de nacedora, y mientras está terminando de penetrar el saco vitelino en la cavidad abdominal, la alta temperatura es estímulo para una obturación precoz y queda parte del saco vitelino expuesto fuera del cuerpo del pollito, se produce la necrosis del saco por lo que toma la apariencia de un botón negro o hilo.
Si el calor afecta a los pollos que están en proceso de eclosión, esto se convierte en un estímulo para que ellos salgan del cascarón en forma anticipada, antes que se obliteren los vasos sanguíneos del ombligo, al sangrar se producen manchas de sangre en el interior y en la superficie de las cáscaras de los huevos que se encuentran en la nacedora.
Las altas temperaturas en incubación pueden conducir a que haya cierto porcentaje de pollos que nazcan anticipadamente (ventana de nacimiento), y malformaciones. – Conferencia presentada durante el XXI Congreso Latinoamericano de Avicultura, La Habana, Cuba, octubre 2009.