Ahorros con el ‘split feeding’ de ponedoras

La alimentación dividida por la mañana y la tarde trae ahorros en energía, proteína y calcio, además del costo y de una mejora en la calidad de la cáscara de huevo.

El split feeding es un concepto del que se está empezando a hablar mucho. Conocido en español como “alimentación dividida” o “alimentación mañana y tarde” —porque se da un alimento en la mañana y otro en la tarde—, es un concepto que se recomienda hoy en día en la alimentación de gallinas ponedoras.

Fisiología de formación del huevo

En la actualidad, está bien estudiada la fisiología de la producción del huevo. Conocemos el tiempo que tarda el ave en formar un huevo, cuántas horas se tarda en formar la cáscara —que normalmente es en la tarde— y que, en total, el huevo pasa en el útero alrededor de 20 horas.

En este tiempo de formación del huevo, es en la mañana cuando se lleva a cabo la síntesis de proteína para la formación de la albúmina, por lo que la nutrición es para la energía y se brinda proteína y fósforo para la postura. En la tarde e inicio de la noche, se realiza la formación de la cáscara del huevo, por lo que el enfoque es en el calcio.

Dos alimentos

Un solo alimento proporciona niveles constantes de nutrientes a las gallinas. Si a la gallina se le da la libertad de escoger los principales nutrientes, se ha mostrado que adaptan su consumo en función de la hora del día, de acuerdo con la fase de formación del huevo.

Al saber cuándo es la síntesis de la proteína para la albúmina y la síntesis de la cáscara del huevo, la idea es proporcionar un alimento con menos calcio en la mañana, pero con más proteína y más energía, mientras que en la tarde se da una dieta con más calcio, menos energía y menos proteína.

“Nosotros tenemos la experiencia de que podemos reducir el costo del alimento en alrededor de US$7 por tonelada, si se compara con un solo alimento”, dijo el Dr. Roberto Téllez, gerente técnico de Trouw Nutrition México. Es una reducción bastante grande, pero, evidentemente, se tienen que hacer inversiones “que se recuperan rápidamente por la gran reducción del costo”.

Téllez explicó, además, que las gallinas se sienten más cómodas porque no tienen que lidiar con el exceso de calcio en la mañana, ni tampoco con el exceso de energía o de proteína en la tarde. Esta comodidad proviene del hecho de que se les administra un alimento que va más de acuerdo con sus necesidades y, de esta forma, no tienen que metabolizar nutrientes que no necesitan, ni tienen que desechar los excesos, pero sí se quedan con lo que necesitan.

Otros beneficios

Además de los ahorros en costos de alimento y producción, se mejora la calidad de la cáscara del huevo, así como la persistencia de la postura. Otro beneficio es que se reduce el número de huevos descartados. Pero, además de todo, hay una reducción en la excreción de nutrientes en la gallinaza, lo que, junto con lo anterior, mejora la sustentabilidad.

Implicaciones en la logística

“Una de las mayores objeciones que nos hemos encontrado es el manejo del alimento”, expresó Téllez. Esto se debe a que se necesitan dos silos en la granja que sean a prueba de errores para no darles el alimento equivocado.

“Si se tienen, por ejemplo, cuatro fases de alimentación, para todo fin práctico podrías tener ahora ocho”. Pero, como bien menciona, “el progreso del hombre consiste en complicar lo simple”. Un avicultor puede decidir no sacrificar el pollo y venderlo en pie, pero se puede decidir hacerlo y complicarse la vida, “lo que probablemente le dé seguridad al negocio, solidez y, eventualmente, ganar más dinero”. También, es relativamente más sencillo comprar alimento ya hecho, pero se puede uno “complicar” la vida y hacer su propio alimento.

Ahorros reales

Aunque el split feeding pueda parecer complicado, significa también darle más solidez al negocio y hacerlo más rentable, más productivo. Los ahorros son reales, así como los beneficios. Como ya mencionamos, se puede reducir el costo del alimento en alrededor de US$7 por tonelada. En nutrientes, se puede ahorrar hasta un 8 por ciento en energía, 11 por ciento de proteína y 26 por ciento de calcio.

“Con esto, mejoras hasta un 30 por ciento la calidad de la cáscara del huevo porque se suministra el calcio cuando verdaderamente lo necesitan las gallinas”, señaló el nutricionista de Trouw Nutrition.

A fin de cuentas, se tiene un más huevo vendible y hay un mejor costo de producción. “La inversión que se tenga que hacer realmente vale la pena”. Indicó, además, que este sistema de alimentación ya se utiliza en países como Canadá y España. “Es una tecnología que, tarde o temprano, la tendremos que implementar”.

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