Un experto de Alltech da sus recomendaciones de manejo de micotoxinas
Con la cosecha de 2014 en el horizonte,
muchos avicultores y porcicultores han visto que los últimos granos de 2013 que
se están usando en alimentos balanceados tienen una calidad sustancialmente más
baja. Incluso, almacenados bajo las mejores condiciones, los granos nunca
mejoran la calidad durante el período de almacenamiento. La calidad de los
granos se mantiene o se pierde, y junto con eso se lleva las ganancias netas.
“La calidad de los granos
almacenados depende de muchos aspectos diferentes, que empiezan en el campo al
elegir el híbrido a plantarse, la densidad de plantas, el manejo de la labranza
y las condiciones climáticas”, dijo Guilherme Bromfman, gerente de manejo
de micotoxinas de Norteamérica de Alltech. “Después de la cosecha, también
hay factores clave como el manejo del aire, control de insectos, humedad de los
granos, roedores, hongos y condiciones climáticas durante el
almacenamiento”.
Según Bromfman, es imprescindible que
los granos se almacenen por debajo del 13 por ciento de humedad, sin embargo,
incluso si se secan a ese nivel, existe el riesgo de absorción de humedad, pues
el equilibrio higroscópico del maíz fluctúa de acuerdo con la temperatura y la
humedad relativa. El movimiento de la humedad dentro de los silos genera
“puntos calientes”, pequeñas zonas con humedad más alta y una mayor
incidencia de hongos que, mediante el proceso de respiración, eleva la
temperatura.
“Cuando se da una mayor incidencia
de hongos, hay dos desafíos clave: primero es la reducción de los valores
nutritivos y luego es la frecuencia más alta de micotoxinas”, comentó
Bromfman.
“Al acercarnos a esta época del
año, cuando se usa el último maíz de los silos en las dietas, es crucial tener
en funciones in programa completo de manejo de las micotoxinas”, señaló.
“El laboratorio de detección de micotoxinas de Alltech analiza la
contaminación del alimento y maneja los posibles riesgos en la planta de
alimentos balanceados y en las casetas de producción para minimizar el impacto
que puede tener el grano de baja calidad en el desempeño y la rentabilidad de
los animales”.
Se cuantifica el riesgo total para el
animal, con base en la carga particular de micotoxinas de una muestra dada
mediante la Cantidad Equivalente de Riesgo (REQ, por sus siglas en inglés), un
número que resume el desafío general que plantea a las especies en particular.
El nivel de REQ para aves y cerdos aumentó desde la cosecha de septiembre de 2013 a mayo de 2014. Los mayores niveles de REQ muestran cómo el almacenamiento puede afectar la calidad de los granos y la importancia de implementar un programa continuo de manejo de las micotoxinas.