Cargill, a un aleteo de liderar sector pollo en Colombia

En 18 meses, la multinacional estadounidense adquirió los operadores segundo y cuarto en este mercado suramericano, y le apuesta firmemente a que en 2020 será el primer productor local.

Luego de una inversión proyectada de US$80 millones entre 2019 y mediados de 2020, las dos recientes adquisiciones de Cargill en el negocio avícola colombiano (las firmas Bucanero y Campollo) estarían en capacidad de generar conjuntamente 150 millones de pollos anuales.

Esta cifra superaría con creces al actual líder del sector en este país andino, que es Avidesa Mac Pollo, con 124 millones de aves procesadas. Gracias a la llegada de este importante actor internacional, el atomizado mercado avícola colombiano avanza hacia la concentración productiva, en la cual menos de media docena de grandes empresas podrían controlar más de la mitad o dos terceras partes del negocio, como sucede en otras grandes economías de la región.

Para ahondar más en este estratégico movimiento, Industria Avícola entrevistó al médico veterinario y zootecnista colombiano Jorge Iván Duque Restrepo, quien es el gerente general para la operación de pollo de Cargill Colombia.

Industria Avícola (IA): ¿Por qué Cargill se interesó en el mercado colombiano?

Jorge Duque Restrepo (JDR): Las ventajas de Colombia son muchísimas. Tiene un consumo per cápita ligeramente superior a los 30 kilos de carne de pollo, mientras que países con consumos mejores como Panamá o Argentina rondan los 45 kilos. Eso da un margen interesante de crecimiento. Ese fue el primer factor. El segundo fue la atomización del mercado. En Colombia hay más de 100 compañías que participan del negocio de carne de pollo, mientras en otros países hay una consolidación mucho más alta, con cuatro o cinco jugadores importantes. Y el volumen de pollos en Colombia es bien importante, en 2018 superó los 800 millones de pollos anuales producidos. Entonces hay un espacio para la consolidación empresarial, para el crecimiento del consumo, tanto orgánico como incentivado.

IA: Viendo la otra cara de la moneda, ¿qué desventajas o cosas por mejorar tiene el mercado colombiano?

JDR: Las mismas ventajas, a su vez, se vuelven desventajas. Con los datos del censo 2018, nos dimos cuenta que el consumo del pollo era en realidad más alto, que nosotros ahora calculamos en cerca de 37 kilos, lo que hace que el margen de crecimiento real sea menor. También el tema de los costos logísticos, que nos quita competitividad con productores internacionales y mucho más cuando el TLC (tratado de libre comercio) va a facultar la entrada libre de pollo al mercado colombiano en el año 2030. Con esos costos logísticos y la creciente producción internacional, eso puede ser una desventaja para el negocio. Por eso nos toca trabajar mucho en competitividad de costos.

IA: Ustedes tienen proyectadas producciones anuales de 150 millones de pollo, eso les daría el liderato local.

JDR: Cuando sumamos lo que ya producen Bucanero y Campollo, llegamos —ya solo con la suma de esas dos producciones— a 115 millones de pollos anuales, sin crecer las capacidades en las plantas. Quedamos con operaciones en Bucaramanga (oriente), Cartagena (zona Caribe) y Cali (occidente). Sí vemos muy viable llegar al primer lugar y seguimos con nuestra meta de 150 millones de pollos al año 2020. Ya estamos en 115 millones y para el próximo año y medio vamos a invertir US$80 millones, con el fin de incrementar nuestras capacidades de producción.

IA: En el tema laboral, ¿cómo queda Cargill Colombia en producción de pollo?

JDR: Cuando Cargill llegó a Colombia por primera vez en el sector de pollo, había gran incertidumbre por parte del personal de Bucanero. Ya con ellos terminamos nuestro proceso de integración, que duró 18 meses, y se dieron cuenta de que realmente no iban a presentarse despidos o cambios hacia abajo en la jerarquía. Por el contrario, ahora son las personas de Bucanero quienes están liderando la integración con Campollo desde diciembre de 2018.

Cargill Colombia empezó con apenas siete personas que veníamos de fuera del país para hacer la integración. Hicimos reuniones periódicas con el personal local, junto con unas pocas de otros países. El fuerte del trabajo se hizo con la gente que ya estaba en Bucanero y lo mismo vamos a hacer con Campollo. Si han de esperar cambios, serán para mejorar porque Cargill se preocupa mucho en la cualificación y bienestar de su talento humano. En el primer año en Bucanero hicimos 200,000 horas de capacitación. Somos muy fuertes en trabajar el liderazgo de las personas. Será algo muy bueno para la compañía y confiamos en que exportaremos talento a otros lados del mundo desde Colombia. Juntando las dos compañías, quedamos con 7,800 trabajadores.

IA: ¿Alguna otra adquisición programada o profundización en otros negocios avícolas, como el de huevo de mesa?

JDR: Por el momento, no habrá más adquisiciones, ya tenemos la compañía suficientemente grande. Estamos enfocados en consolidar estas dos compañías, integrarlas operativamente como una sola. Vamos a aprovechar el tema logístico, pues quedamos con cubrimiento nacional con las dos empresas. Bucanero solamente estaba en el 70 por ciento del país y con Campollo estamos en el restante 30 por ciento. No vamos a meternos en el negocio del huevo de mesa, Cargill solamente tiene una operación de huevos de mesa en toda Latinoamérica y es en Costa Rica. Además, es muy pequeña.

IA: ¿Cómo manejan el tema de bienestar animal en las operaciones de Cargill y cómo será en Colombia?

JDR: Tenemos auditorías en bienestar animal propias e independientes de las regulaciones locales. Observamos todas las opiniones y conceptos que nos llegan desde Estados Unidos y Europa, y creo que lo hacemos bastante bien porque, como le digo, nos regimos más por estándares corporativos muy altos, que por las normas nacionales. Ese subgrupo de auditores mundiales, propios de la multinacional, revisan cómo aplicamos el bienestar animal en cada operación mediante dos grandes auditorías al año.

IA: ¿Cuáles de las plantas adquiridas por Cargill están habilitadas para exportar?

JDR: En Colombia hay tres plantas certificadas para exportar al Japón; nosotros quedamos con dos de ellas en los complejos de Cartagena y Cali. Exportar todavía no lo hemos hecho ni lo vislumbramos en el corto plazo, pese a que nuestros estándares en la actualidad son buenos, pero estamos acelerando todos los procesos para crecer primero en el mercado interno, que nos copará toda nuestra capacidad en los próximos dos años. Así las plantas estén certificadas, no exportaremos todavía.

IA: ¿Sobre las marcas ya existentes de Bucanero y Campollo, qué se puede decir?

JDR: Por el momento, vamos a sostener las dos marcas. Campollo es una marca que complementa con la de Bucanero en el sentido de que este último es un pollo que no se marina y Campollo es una marca de pollo marinado. Vamos a seguir con ambas marcas como están y el mercado ya nos dirá qué camino tomar.

IA: Finalmente, ¿cómo ha sido el acercamiento de Cargill al gremio avícola colombiano?

JDR: Somos muy activos en el tema gremial, participamos muchísimo. Yo hago parte de las juntas directivas de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), tanto a nivel país como en la regional Valle. Estamos comprometidos en esfuerzos gremiales como la zonificación contra el Newcastle en el occidente colombiano y las compartimentaciones en algunas instalaciones. Con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) también tenemos muy buena comunicación y estamos en permanente contacto.


Así opera Cargill Colombia

Cargill Colombia avanza en la integración productiva de las instalaciones adquiridas a Bucanero y Campollo, agrupadas en tres complejos productivos en Cali, Bucaramanga y Cartagena. “En resumen, quedamos con dos plantas de incubación, tres plantas de proceso o faenado, tres plantas de productos derivados y cuatro plantas de alimento concentrado. Contamos con 300 granjas de pollo de engorde vinculadas y dos complejos grandes de reproductoras en Valle y Santander. Nuestra genética se distribuirá 50/50 entre la Ross (que venía manejando Campollo) y Cobb (la tradicional de Bucanero). Vamos a poder medir las dos líneas genéticas bien fácil en toda la compañía”, afirmó Jorge Duque.

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