Camino a seguir para obtener premios en la avicultura

Tradición, perseverancia, calidad y empuje es lo que ha llevado al Grupo IDISA al lugar preponderante que hoy ocupa.

El “lugar de los dioses”, significado en náhuatl de Tehuacán, da la impresión de ser solo una zona agreste, con muchas rocas y cactus, pero andar por sus rumbos es enseñarnos que esta parte del estado de Puebla, en México, tiene mucho qué presumir. Y sin exagerar, mucho, porque es famosa por sus recursos naturales, así como por sus aguas minerales de amplio consumo en el país. De hecho, este tipo de agua embotellada en México sencillamente se le llama con el sustantivo tehuacán. Pero, el valle de Tehuacán es cuna también de una de las zonas avícolas más importantes del país, y de una serie de empresas del rubro pecuario, entre las que destaca Grupo IDISA, que en esta ocasión visitamos para una entrevista con el Ing. Alejandro Romero, Director General.

Casi 50 años de existencia 

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Grupo IDISA, con casi 10 lustros desde su inicio, está conformado por empresas del sector industrial y agropecuario. Sus orígenes se remontan a la década de 1960, cuando el Dr. Miguel Romero integra con sus hermanos, Zeferino y Socorro, la empresa Romero Hermanos, SA. La intención fue proveer y estructurar una base técnica para la producción avícola, en una época en que no había el concepto de integración como hoy lo entendemos. Unos 15 años antes, Socorro Romero ya se había iniciado la actividad avícola con un pequeño negocio de producción de huevo, con la atinada visión conducente a ideas crecientes en tamaño, mejoras y optimización. De 1,000 aves de población inicial, pasaron a un crecimiento prácticamente exponencial.

Con ese crecimiento, los Romero buscan la manera de ser eficientes, mediante el control de los insumos para mejorar en calidad y costo. Por esa razón, el Dr. Romero, químico de profesión, empieza a trabajar en la formulación del alimento balanceado, lo que conlleva a la fabricación de premezclas de vitaminas y minerales, y al diseño de una primera planta, para así no depender del suministro de alimento, el principal insumo. En paralelo, vienen de la mano el control de calidad de las materias primas y del producto terminado, de tal forma que establecen un laboratorio de análisis químicos.

Posteriormente, la necesidad de prevención y tratamiento de enfermedades da lugar a un primer laboratorio de diagnóstico que permitía realizar ensayos para detectar, en aquél entonces, los graves brotes causados por agentes infecciosos que en la historia de la avicultura están registrados. En la mayoría de los casos, no existían vacunas o eran importadas y no cubrían los perfiles requeridos, lo que dio lugar a establecer un laboratorio propio dedicado a la producción de biológicos, para así conformarse en ese entonces la empresa Investigación y Desarrollo Industrial SA, IDISA.

En la década siguiente, en los 70, con la creciente necesidad de repoblación de las parvadas de ponedoras, surge el establecimiento de una planta incubadora y granjas de reproductoras para así continuar con ese proceso de integración, lo que dio lugar a lo que hoy es la empresa Incubadora Mexicana, SA de CV.

Continuando su evolución en la década de los 80, nace un nuevo proyecto, que es el de la explotación de aves libres de patógenos específicos (ALPES) y posteriormente, IDISA da lugar a lo que hoy es Investigación Aplicada SA de CV., IASA. Finalmente, en los 90 se constituye Nutek, SA de CV, que integra el laboratorio de química analítica y la fabricación de suplementos minerales, de donde se deriva el campo de los adsorbentes de micotoxinas. Esto conforma hoy Grupo IDISA, en continua marcha por prácticamente cinco décadas.

Soluciones en la salud y nutrición animal 

IASA es la entidad dentro del Grupo IDISA que ofrece soluciones en el área de salud y nutrición animal a través de servicios diagnósticos y productos biológicos, farmacéuticos, premezclas y desinfectantes. Esto conforma un portafolio en el cual la empresa busca ganar competitividad en el mercado mexicano que trascienda el ámbito de las empresas familiares para ganar, a través de altos estándares de calidad, un lugar en el mercado veterinario regional. Con el transcurso de los años, se ha fijado como objetivo tener una posición significativa a nivel nacional, por lo que fue ampliándose la red de distribución para cubrir primero el territorio nacional y posteriormente, en el año de 1997, se inicia la incursión de IASA en el mercado internacional.

Tecnología propia 

Investigación Aplicada ofrece productos dentro de áreas de enfoque, en las cuales la empresa destina una buena parte de recursos a la investigación y tiene como meta alcanzar un liderazgo palpable. Esto se ha logrado a través de la generación de tecnología propia y también, a través de importantes vinculaciones con centros de investigación tanto nacionales como extranjeros, tales como el Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, y en el extranjero con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y con un grupo de universidades de ese país, entre las que se encuentra la Universidad de Georgia en Athens, Georgia y la de Cornell en Ithaca, Nueva York.

Exportaciones 

La avicultura debe ver más allá de sus propios horizontes y no nada más crecer al ritmo del crecimiento de la población. Hay que buscar mercados. Como empresa farmacéutica y de productos de especialidad, como el huevo libre de patógenos, los SPF, los tratados de libre comercio le dan oportunidades y abren posibilidades. Podemos observar que hay dos aspectos interesantes: qué beneficios pueden tener estos tratados o qué amenazas se le pueden presentar al sector productivo pecuario de México, y por otro lado, qué puede significar como retos o como oportunidades en la actividad industrial como proveedores de productos de uso veterinario.

En el caso del Grupo IDISA, estos dos aspectos interesantes han permitido ampliar sus horizontes. Al hablar de los países a los que IASA y ALPES exportan, con satisfacción no dicen que “es más fácil listar en qué países con una importante industria avícola no están presentes”. Actualmente exportan a más de 20 países y están en proceso de registro en 8 países más y en negociaciones con otros cuatro países. Hoy por hoy, IASA cuenta con 20 distribuidores, al tiempo que también están en proceso de desarrollo de 14 distribuidores más. Es a través de ellos y de sus propias redes de distribución que llegan al usuario final.

En lo que corresponde a Latinoamérica “exportamos a Guatemala, Honduras, Costa Rica, El Salvador, Brasil, Perú, Venezuela, Chile, Argentina, Ecuador y Bolivia y nos encontramos en proceso de registro en Colombia, República Dominicana, Nicaragua, y en negociaciones en Belice y Panamá” nos indica la Lic. Martha Ruiz, Gerente de Exportaciones. Al norte, también exportan a Estados Unidos.

El reto: marcar la diferencia 

“Al igual que otras empresas del sector, ante los tratados de libre comercio, Investigación Aplicada se vio confrontada a la necesidad desde hace 15 años de ganar competitividad para poder sobrevivir y crecer”, nos relata el Dr. Eduardo Lucio, Director Industrial. Se vieron entonces ante la disyuntiva de tener algo realmente atractivo para el cliente que justificara su existencia, o sencillamente desaparecería la empresa. A través del mediano y largo plazo, mediante una estrategia de ofrecer productos diferentes, se han ido solidificando diversas metas para competir con los grandes laboratorios trasnacionales.

Actualmente, con base a información de mercado donde participan los principales laboratorios en México, IASA se encuentra en segundo lugar en ventas del sector farmacéutico veterinario en la parte avícola, en quinto lugar en el segmento porcícola y en un octavo puesto en el ganadero.

A partir de la estrategia de diferenciación y generación de tecnología propia, IASA ha definido diversas áreas de enfoque entre las que se encuentran el control de micotoxinas, la prevención de la influenza aviar, de la enfermedad de Newcastle, de la bronquitis infecciosa y la coccidiosis en aves, y en otras especies, el control del síndrome reproductivo y respiratorio del cerdo (PRSS) y la mastitis en los bovinos de leche. La empresa ofrece productos en continua evolución tecnológica para lograr los mejores resultados ante un panorama siempre cambiante.

Destaca además en IASA su capacidad de fabricación de vacunas emulsionadas, lo que hace que muy probablemente sea la planta más grande en volumen de producción de Latinoamérica, e incluso de toda América, porque en Estados Unidos la aplicación de vacunas inactivadas es exclusivamente para reproductoras.

Premio Nacional de Exportación 

El trabajo arduo rinde frutos. Ha sido en este año que se han visto coronados sus esfuerzos con el Premio Nacional de Exportación.

El nuevo modelo del Premio Nacional de Exportación de la Secretaría de Economía a través del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología AC, COMCE, busca estimular a las empresas exportadoras mexicanas para que continúen siendo el motor primario de crecimiento de la economía del país, que identifique especialmente a aquellas empresas que han sido capaces de adaptarse a la globalización, que se hayan hecho más competitivas al incorporar en sus exportaciones, métodos, sistemas, procesos, tecnologías, productos o servicios innovadores, de mayor valor agregado y con contenido tecnológico más alto.

Los criterios que se toman en cuenta, son la diversidad geográfica, es decir, a qué países se exporta, qué trascendencia tienen estos países, el tamaño de los mercados, la dificultad de entrar a un país por aspectos reglamentarios o de exigencias de calidad. Otro punto es también el portafolio y la oferta exportable, qué productos son, qué trascendencia tienen, si son productos que desarrolló la empresa o no, es decir, una serie de factores que la dan un puntaje a las empresas que participan en este certamen.

El pasado 3 de junio, IASA recibió este reconocimiento de manos de Felipe Calderón, Presidente de México, apenas en su primer año de participación. Como punto de referencia, hay otras empresas que obtuvieron en otras categorías este premio, como Bimbo, empresa conocida en toda Latinoamérica, que llevaba ya varios años participando en la búsqueda de este reconocimiento. Hubo también otra empresa galardonada del área pecuaria, del sector porcino en particular (Grupo Porcícola Mexicano), lo que pone de manifiesto que en el sector agroindustrial y sobre todo en la producción de proteína de origen animal, existe en México un dinamismo importante.

El premio consiste en un galardón a las empresas que son capaces de incorporar prácticas, procesos y resultados que sean relevantes en el término de la competitividad en el entorno del mercado internacional. Se otorga solamente a una en cada una de las 12 diferentes categorías (empresa pequeña, mediana o grande; industrial o agropecuaria, o instituciones educativas, entre otras); se seleccionan dentro de una amplia gama de empresas que participan en todo el país. En el caso de IASA, el premio le fue otorgado en la categoría de empresa mediana industrial.

La empresa tiene el antecedente de haber ganado en 2007 y luego en 2010 a una menor escala, una presea similar en la zona sur del país. Después de esto, recibieron la invitación para concursar a nivel nacional. “Es la primera vez que nuestra empresa participa y nos llena de mucho orgullo el poder haber sido informados de que íbamos a ser distinguidos con este galardón y que recibimos de manos del Presidente de la República el trofeo y placa conmemorativa alusiva a esta distinción”.

Este premio le demuestra al cliente todo el respaldo tecnológico y de calidad que hay detrás de los productos. “Es para todas aquellas empresas que con la globalización, se han hecho más competitivas, y están demostrando que en México hay productos muy bien hechos y que estamos listos para enfrentarnos a los retos que demanda nuestro sector”, comenta el Dr. Lucio.

Premio Nacional de Tecnología 

El Premio Nacional de Tecnología, en el marco también de la Secretaría de Economía, pero a través de la participación de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Conacyt, es un galardón para las empresas que se destacan en cuanto al modelo que emplean para la gestión de su tecnología de las actividades enfocadas a ganar competitividad mediante la innovación de procesos, de la protección industrial, de varios factores relevantes que son evaluados de manera muy profunda por el jurado del premio. Así, se seleccionan las empresas que tienen un modelo lo más robusto posible y que puedan garantizar que van tener la capacidad de crear procesos y productos innovadores, y por ende de ser competitivas, para de esta manera, constituirse en un modelo de gestión de tecnología.

También es la primera vez que IASA participa y se encuentra en la lista de los finalistas. Es interesante hacer notar que de ganar este premio, serán la primera empresa del país en haber recibido el Premio Nacional de Exportación y por otro lado, el Premio Nacional de Tecnología el mismo año y al haber participado por primera vez.

“Estos premios desde luego son de IASA como empresa, pero también son premios de la industria farmacéutica mexicana, pero mexicana de raíces”, señala el Ing. Romero.

Rumbo a seguir 

De manera definitiva, la empresa participa en las grandes ligas y su trascendencia va más allá del mercado mexicano. Su objetivo es que con una economía abierta, con fronteras que son menos visibles, sea una empresa de clase mundial.

Sean productos biológicos para la prevención o control de enfermedades aviares, desinfectantes, premezclas o adsorbentes de micotoxinas, dejamos aquí un ejemplo: el Grupo IDISA en Tehuacán, Puebla y que a lo largo de casi 50 años de presencia, está al servicio de la avicultura latinoamericana mediante soluciones tangibles en la salud y nutrición animal.

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