Cómo se hace la selección genética en pollos de engorde

Con el transcurso de los años, el enfoque en las características genéticas específicas del pollo de engorde ha ido cambiando, pero la eficiencia sigue siendo primordial.

En la producción de alimentos para el futuro, la eficiencia es una factor importantísimo. Pero, al mismo tiempo, nos enfrentamos a cambios constantes en el consumo y a cuestionamientos sobre qué se come y dónde se produce, en épocas en que el mismo consumidor sabe mucho menos que antes de agricultura.

Para poder ser eficientes en la producción avícola, debemos empezar por las progenitoras primarias, que es donde se lleva a cabo toda la selección genética y de donde viene el avance genético.

“Se trata de brindar sustentabilidad en la manera en que seleccionamos a nuestras aves”, dijo Magnus Swalander, gerente general de Aviagen LTD en Reino Unido, durante su presentación sobre el “Nuevo potencial de la genética avícola” en los Poultry Innovation Days de Boehringer Ingelheim, en marzo de 2018, en Praga, República Checa.

Hablamos de minimizar insumos, como alimento, agua, material de cama o antibióticos (muy importante hoy en día), y en atender a producir carne, pero también en la salud y el bienestar, con un enfoque responsable para la producción sustentable.

Más que pollos convencionales

La selección genética va con un cronograma y, dependiendo de los cambios que se realicen en las aves, podrían “tardar entre cuatro y cinco años antes de verse los efectos al final de la cadena”, dijo Swalander.

En la actualidad, hay más tipos de aves que en los últimos 20 años, pues los mercados están más diversificados, con un aumento en las estirpes de crecimiento más lento y de colores.

Con las estirpes convencionales de pollos, por lo general, lo que se busca es una tasa de crecimiento de más de 60 g al día. Para otras, ya sean blancas o de colores, unos 50 g al día, y hacia abajo hasta los 35 g para algunos productores orgánicos y de otros pollos no convencionales, con conversiones alimenticias más altas y un menor rendimiento de pechuga.

Huella de carbono

Desde un punto de vista ambiental, es mejor seleccionar para conversión alimenticia y crecimiento, los impulsores más importantes de las emisiones de CO2. Luego, vienen otros factores, como rendimiento, viabilidad y producción de huevo.

Es fundamental que la gente conozca los diferentes factores. Por ejemplo, la producción de un millón de pollos convencionales a la semana hasta los 2.5 kg de peso corporal requiere de 286 casetas o galpones, mientras que, para las opciones de crecimiento más lento, se necesitan de 400 a 600 para producir la misma cantidad de carne.

Cambios en la selección genética

Para Swalander, “la selección genética del pollo de engorde ha cambiado muchísimo con el tiempo. Nos centramos en una selección mucho más equilibrada e incluimos muchas más características, como un mayor enfoque en la salud y el bienestar de las aves”.

En la década de 1960, uno de los impulsores más importantes era el mayor crecimiento, pero hoy en día es una pequeña parte al seleccionar aves. En la actualidad, se incluyen características como salud intestinal, desarrollo óseo, rendimiento, calidad de la carne y eficiencia en la utilización del agua, entre otras.

Los genetistas también se enfrentan a características que tienen diversos grados de heredabilidad. Una que es relativamente fácil de seleccionar es por el peso corporal. “Se complica cuando se empiezan a añadir diferentes características por las que se selecciona al mismo tiempo, que tienen un grado mucho menor de heredabilidad, como pueden ser la fertilidad, incubabilidad o viabilidad”.

Para estas características, se necesita de registrar muchos más datos y una mejor tecnología para hacer un trabajo eficiente y equilibrarlas todas al mismo tiempo. “Por lo general, hay alrededor de 40 diferentes tipos de características que seleccionamos a la vez”.

¿Hay límites en la conversión alimenticia?

La conversión alimenticia es importante por sus aspectos económicos y de sustentabilidad ambiental. Para evaluarla mediante el consumo de alimento, se utiliza un sistema de transpondedores. Cada ave en un corral lleva un transpondedor. Cuando se acerca al comedero, se registran los gramos de alimento exactos que consume en una sesión particular de alimentación.

Los pollos nunca podrán ser como los peces, que tienen una conversión de 1:1, pero ha habido algunos casos de aves que llegan a más o menos 1.2, por lo que hay bastante campo de mejora.

Swalander fue muy claro: en un contexto global, la mejora de la conversión alimenticia de 0.025 puntos al año equivale a 2.38 millones de toneladas de alimento o 340,000 hectáreas de ahorro anual. Es decir, podríamos producir más pollos con la misma cantidad de alimento para nutrir a la creciente población mundial.

Mejorar la producción de carne

En los programas de mejoramiento genético, la producción de carne ha logrado un amplio desarrollo. Mediante tomografía computacional, se combina la evaluación del desarrollo de la musculatura de cada ave y el registro de la información en la planta de procesamiento para seleccionar por composición corporal y calidad.

El equipo que se usa es el mismo que hay en hospitales: un escáner de tomografía computarizada (TC). El proceso de pasar a un pollo por el escáner TC lleva de 20 a 25 segundos. Se pueden escanear unos 700 pollos al día.

Con este equipo, puede verse cada tejido por separado y centrarse en registrar las características de salud y producción. Por ejemplo, puede conocerse la salud ósea del animal mediante mediciones de discondroplasia de la tibia, así como de otros aspectos a nivel de la calidad de la carne.

Calidad de la carne

En términos de calidad de la carne, se debe evaluar, primero, la calidad del músculo, es decir, las calidades fisiológicas del músculo de la pechuga y la eliminación de todo tipo de defectos de los filetes. Aspectos como la miopatía del pectoral profundo o músculo verde, que ya no es muy común, es algo que se incluyó como herramienta en los programas de selección del pasado.

Más recientemente, se ha incluido la evaluación de la pechuga de madera, cuyos beneficios ya se ven en el campo.

En segundo lugar, se debe evaluar la calidad sensorial del consumo, la cual se ha hecho siempre con paneles de sabor, que dependen de las preferencias en cada región del mundo. La selección se fija ahora en la composición química de la carne, junto con la terneza y textura, que se pueden medir de manera objetiva con tecnología NIR.

Robustez y salud intestinal

Evaluar los defectos de las patas y del modo de andar es un aspecto clave para la salud intestinal y la robustez, además de utilizar tecnología de rayos X para identificar la incidencia de discondroplasia de la tibia en las aves. Cualquier ave que presente signos de este defecto, se rechaza de toda selección.

Por esto, la incidencia de discondroplasia de la tibia en la población pedigrí se ha reducido de alrededor de un 25 por ciento en 1993 a menos del 4 por ciento en la actualidad, y sigue bajando, junto con el aumento en el peso corporal de a 1 a 1.5 por ciento al año en el mismo período.

En términos de salud intestinal, se selecciona por el cojinete plantar y consumo de agua individual, y selección multiambiental. La calificación del cojinete plantar se centra en la calidad de la piel. Para poder seleccionar un ave con mejor salud intestinal, se utilizan métodos como la selección multiambiental dirigida al sistema inmunitario o el consumo de agua individual.

El mundo real

Las progenitoras primarias necesitan estar en instalaciones con una bioseguridad muy estricta. Al mismo tiempo, el genetista necesita poder seleccionar aves que sean más robustas y que funcionen en ambientes de verdad.

Es importante seleccionar aves cuando pueden expresar su máximo potencial genético en cuestiones como el crecimiento y la función cardiaca y pulmonar.

Así, se colocan hermanos y hermanas de aves de pedigrí en un sistema de producción en granja completamente separado que no es bioseguro: con cama acumulada y niveles altos de carga bacteriana y viral, entre otros. Se trata de identificar un buen tono muscular, color y vellosidades, pero no intestinos irritados con contenido acuoso.

Las aves se seleccionan por una mayor inmunocompetencia. En lugar de seleccionar contra enfermedades específicas por sí mismas, se toma un enfoque amplio y holístico para darle a las aves una mayor robustez y un sistema inmunitario que pueda hacer frente a diferentes desafíos sanitarios y que funcionen en ambientes de producción en todo el mundo.

Genómica: un paso adelante

La genómica se usa para ver directamente a nivel de los genes e identificar regiones que estén relacionadas con un buen desempeño para diferentes tipos de características. Con la genómica, se obtiene más información para lograr un 15 a 30 por ciento extra en la precisión de las características del pollo de engorde.

Según Swalander, “la moderna selección genética es realmente equilibrada”. Más de un tercio de la presión se centra en las características de salud y bienestar: desde la salud intestinal, a la viabilidad y fortaleza de las patas. La eficiencia alimentaria sigue siendo fundamental, no obstante, la selección por la tasa de crecimiento es más baja de la que se hubiera aplicado hace 20 años.

“Nuestro enfoque prospectivo es mantener estas mejoras de forma equilibrada en las características del pollo y la reproductora pesada, centrados en seleccionar al ave más sana, con alto bienestar, eficiente y ambientalmente sustentable”, concluyó.

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