15 consejos para paliar el calor de las aves en galpones

Una ola de calor especialmente fuerte se viene padeciendo desde finales del año pasado en el hemisferio sur, lo cual incrementa la posibilidad de que se dé estrés calórico en instalaciones avícolas convencionales.

El 2019 cerró una década de temperaturas cálidas extremas y hubo 24 países en América que emitieron alertas por olas de calor, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Así como Australia vive la peor ola de calor en su historia, una situación similar podría vivirse en Suramérica entre enero y marzo de 2020, advirtió la OPS, citada por el diario El Colombiano.

Estas situaciones no solo afectan a los humanos, sino a los animales. Por esto, hay que prestar especial atención a las aves en producción, ya que el calor puede provocar un mayor daño oxidativo, inflamación, reducción de la integridad intestinal y hasta un aumento en la producción de la hormona del estrés, impactando directamente la eficiencia y, por ende, causando pérdidas a los negocios avícolas.

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Aquí les presentamos 15 recomendaciones para evitar que el estrés calórico cause daños en su negocio:

  1. Observe las densidades recomendadas o menos, evitando siempre el hacinamiento.
  2. Monitoree varias veces al día la temperatura del agua y el suministro en los bebederos, sean automáticos o semiautomáticos, para que el flujo sea permanente y evitar de esta manera su calentamiento.
  3. Revise los ductos de agua y sus empates con el fin de superar fugas o desperdicios dentro y fuera de los galpones.
  4. Propicie una ventilación adecuada, con flujos de aire ascendentes y hacia fuera del galpón. Si es factible, acuda a ventilación mecánica para reforzar la natural.
  5. Optimice el uso de cortinas o polisombras, evitando que estos elementos obstruyan el intercambio de aire fresco del exterior al interior del alojamiento.
  6. Evite el calentamiento del agua de beber, proveyendo sombra a las captaciones, tuberías y tanques de almacenamiento,
  7. Aumente la frecuencia de la extracción de pollinaza o gallinaza de los galpones y baterías, así se previene su emplastamiento y el aumento en la generación de amoníaco y otros olores incómodos para las aves.
  8. Suministre alimento en las primeras horas de la mañana (entre 6:00 a.m. y 7:00 a.m.) y las últimas de la tarde (5:00 p.m. y 7 p.m.). Esto aumenta el consumo por ser horas de menos temperatura ambiente y, por ende, de menor ingesta de agua.
  9. Monitoree constantemente la temperatura interna de la instalación, a las alturas donde se ubiquen las aves.
  10. Evite desarrollar alguna actividad estresante o ruidosa para las aves en las horas de mayor calor, como sería entre las 11:00 a.m. y 4:00 p.m.
  11. Provea de vitaminas en el agua de bebida al menos una vez al mes, siempre bajo recomendación veterinaria.
  12. Mallas, rejas e instalaciones en general deben estar limpias y despejadas, libres de cuerpos extraños que acumulan suciedad y dificulta el paso del aire, además de incrementar los riesgos sanitarios.
  13. Tenga en cuenta también el bienestar de sus operarios de galpón, suministrando la indumentaria e hidratación necesarias para el mejor desempeño de sus labores sin estresar innecesariamente a pollos y gallinas.
  14. Recorra los alrededores de galpones y granjas observando posibles riesgos de incendios espontáneos provocados por la intensidad de la luz solar. Tenga a mano y en buen estado los equipos o protocolos de emergencia para estos casos.
  15. Vigile y refuerce las barreras contra el ingreso de fauna silvestre y plagas como roedores. El agua y frescura de las granjas los atraen aún más en estas temporadas.

*Agradecimiento al profesional en manejo de aves de corral, Alejo Velasco, quien también es funcionario del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), por su aporte en la preparación de esta nota.

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