Año nuevo, ¿avicultura nueva?

Con el año nuevo que comienza, nos lleva a pensar cuál será el camino a seguir en la avicultura latinoamericana.

Quizás, contrario a lo que comúnmente se pensaría, la industria avícola latinoamericana mantiene estadísticas de producción bastante precisas que nos ayudan a enseñarle al mundo cómo vamos. Como todos los años, Industria Avícola de WATT Publishing publica en enero un número en el que se muestran las compañías más destacadas, en donde, lejos de pretender ser la fuente oficial de datos de producción avícola de nuestra región, le enseñamos al lector qué rumbo va tomando nuestra industria. Este año ha sido especial, en el sentido en que se terminó oficialmente la crisis, dejando sus secuelas por todos lados. No obstante, y de acuerdo con nuestras cifras, podemos ver que prácticamente todos los países aumentaron la producción de pollo de engorda en diferentes porcentajes, otros se mantuvieron igual, más o menos con una producción constante, y en otros casos hubo disminuciones. Debemos tener en cuenta que también hay variaciones en el origen de los datos, lo cual representa una importante fuente de variación. El caso de la población de ponedoras, es más difícil la comparación, ya que quizás también por la diferencia en las fuentes, se presentan más variaciones. La producción de pavo parece haberse mantenido más estable.

Con esta información a mano, y con el año nuevo que comienza, nos lleva a pensar cuál será el camino a seguir en la avicultura latinoamericana. Contamos con varios factores, de los cuales me gustaría hacer mención de algunos de los que pudieran ejercer influencia.

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Demografía

Es interesante observar cómo ha evolucionado la industria avícola latinoamericana en los últimos años. Influida por varios factores: técnicos, económicos y demográficos, ha ido de la mano de muchos aspectos de la industria en el resto del mundo. Con el reciente censo realizado en 2010 en varios países, podemos intuir la influencia que la demografía ha tenido sobre esta. En el caso particular de México, al momento de escribir este editorial se dieron a conocer los datos preliminares de la población mexicana. En ellos se observa que la población de todo el país es de 112 millones de personas mientras que en el Valle de México, donde se encuentra la capital del país y su enorme zona metropolitana, se asientan 20 millones de personas.

El proceso de urbanización del país no es exclusivo de la capital. Las otras grandes urbes como Guadalajara, Monterrey, Puebla, y muchas. Han también tenido incrementos, con lo cual se consolida el proceso que se venía sintiendo desde hace mucho: hoy en día, la mayor parte de los mexicanos vive en zonas urbanas. A nivel mundial se considera que estamos en el punto de inflexión de las curvas de la población rural y la urbana, en el que se cruzan ambas. En México hay 56 zonas urbanas de más de 100 mil habitantes, de las cuales 11 tienen más de un millón. Además, la relación entre niños y jóvenes en comparación con adultos y con las personas de la tercera edad está variando de lo que era hace 20 años. Cada vez hay menos del primer grupo, y se engrosa el segundo y tercero. De una pirámide con la base de niños y jóvenes, está pasando a un rombo con los adultos en la parte más ancha.

Consumo

¿Cómo va esto a afectar la producción y el consumo de carne? Estos cambios demográficos traen cambios en la dieta que tienen impacto en la demanda mundial de productos agropecuarios, en los que se incluyen a los avícolas. Debemos tener en cuenta además que conforme aumentan los ingresos de la población, también aumenta el consumo de proteína de origen animal. Se sabe que la población urbana consume una mayor cantidad de proteína de origen animal, y que el pollo y el huevo constituyen las proteínas de preferencia entre la población.

Perspectivas para 2011

Para este año, el panorama se puede ver influido, según los expertos, por factores como el mercado de granos, clima, sanidad, y desde una punto de vista más cercano a las ciencias económicas, por el tipo de cambio del dólar frente a otras monedas (leáse el artículo publicado en este número por el Dr. Ken Shwedel). Por una parte, ha habido una desaceleración del crecimiento de la economía estadounidense, que a su vez ha arrastrado también a una desaceleración de la mexicana, pero veremos cómo se comportan las tasas de crecimiento de otros países latinoamericanos menos vinculados y dependientes de la economía de la potencia del norte.

Agradecimientos

Finlamente, la recopilación de la información de este número de Industria Avícola no fue fácil, pero por fortuna contamos con la amable colaboración de la gran mayoría de las asociaciones de avicultura de muchos países de Latinoamérica, así como de nuestros contactos directos en varias de las empresas productoras y también de la cooperación que ofrecieron algunas embajadas. De tal manera que, a nombre de nuestra revista Industria Avícola les estamos muy agradecidos por la ayuda prestada, con la esperanza de que sigamos por el mismo rumbo, para que en 2012 tengamos una base de datos aún más importante y certera.

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