Tereza Cristina Dias, ministra de Agricultura de Brasil (Antonio Araujo | Cortesía del Ministério da Agricultura Mapa)
La ministra de Agricultura adelanta que el nuevo gobierno busca aprobar un proyecto de ley para establecer sistemas de autocontrol para productos agrícolas y procesadores de carne.
El gobierno del nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, presentaría en la primera mitad de 2019 un proyecto de ley para establecer sistemas de autocontrol para la seguridad de los alimentos, iniciativa que comenzaría con ciertos productos agrícolas y llegaría incluso a las plantas de procesamiento de carne.
El proyecto incluiría este tipo de sistemas en las compañías empacadoras de carne que aún se recuperan de la Operación Carne Débil, dijo la ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina Dias, en una entrevista con Reuters.
La Operación Carne Débil (Operação Carne Fraca) es una investigación de la Policía Federal de Brasil que inició en 2017 y destapó una extensa red de sobornos en al menos 19 empresas brasileñas de procesamiento de carne en las que se adulteraban productos descompuestos, se alteraban las fechas de vencimiento e incluso se falsificaban documentos.
La investigación, que se amplió el año pasado, tocó también a dos grandes procesadores de carne en Brasil, las compañías BRF y JBS, y amenazó con reducir los US$15,000 millones en exportaciones de carne brasileñas, pues la Unión Europea y China redujeron los envíos y solicitaron una revisión en los protocolos sanitarios, agregó Reuters.
“¿Por qué Brasil no puede tener sistemas de autocontrol cuando Europa y Estados Unidos los tienen?”, dijo Dias a Reuters en referencia al amplio uso de este tipo de sistemas en países desarrollados.
La funcionaria también defendió la capacidad de Brasil para establecer sistemas de autocontrol para la seguridad de los alimentos. “Nuestro sector agrícola puede ofrecer garantías. Solo por un episodio no deberíamos demonizar la industria alimentaria de Brasil”.
Empresas como JBS y BRF ya tienen este tipo de sistemas de autocontrol en países en el extranjero donde tienen sus subsidiarias, elaboró Dias, sin entrar en detalles de cómo funcionaría el proyecto en Brasil porque “el asunto aún está en discusión con las empresas”.
La ministra de Agricultura expresó al mismo medio que el gobierno de Bolsonaro no ha iniciado discusiones con la Unión Europea para el levantamiento de las prohibiciones a la entrada de pollo brasileño porque aún desarrollan las políticas públicas al respecto.
Sobre las medidas antidumping establecidas por China contra el pollo brasileño, la funcionaria adelantó que podría viajar al gigante asiático en los próximos dos meses para esa discusión.
En cuanto a posibles sanciones de los países árabes por las declaraciones de Bolsonaro de mover la embajada de Brasil a Israel, Dias dijo que buscan un “punto medio” para evitar la pérdida de mercados, como lo es el del pollo halal.