Factores que impactaron la avicultura brasileña en 2018

Brasil abrió nuevas posibilidades en México, China y Rusia, pero se enfrentó a problemas que van desde huelgas a altos costos de producción.

El 2018 fue un año difícil para la industria avícola brasileña. Sin embargo, hubo varios factores positivos que sucedieron en el transcurso del año, como la habilitación de 26 nuevas plantas para exportación de carne de pollo a México, la viabilidad del mercado camboyano para el sector avícola brasileño y la apertura de los mercados de Corea del Sur y la India para la carne de cerdo, según el presidente de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), Francisco Turra.

Además, tras 11 meses de negociación, Rusia también reabrió su mercado para el sector porcino, agregó el presidente gremial en un comunicado de prensa.

Otro punto relevante de 2018, según Turra, es la crisis sanitaria actual en China. “La mortalidad histórica de animales en el mayor productor de carne de cerdo del mundo incrementará la demanda de cárnicos provenientes de países que hoy suministran al mercado chino. La información del mercado indica que hay una laguna de cerca de 4 millones de toneladas (según la información recogida por Consultoría Asia Agro Alliance) como impacto directo de los focos de peste porcina africana”, explicó.

En China, según el director ejecutivo de ABPA, Ricardo Santin, están en la fase final de la negociación entre chinos y brasileños para la construcción del acuerdo de Price Undertaking (PU) para las exportaciones brasileñas de carne de pollo, lo que deberá suspender los aranceles provisionales de derecho antidumping aplicados por China.

“Las empresas entregaron las propuestas del PU al Ministerio de Comercio chino esta semana. Factor importante: incluso con la aplicación de aranceles, las exportaciones de carne de pollo a China cerrarán el año un 10 por ciento por arriba de las realizadas en 2017”, subrayó Santin.

En este año, también son factores relevantes la eliminación del listado de 20 plantas (aunque ocho siguen exportando carne de pollo sin procesar y sin sal añadida) por parte de la Unión Europea, y la modificación de los criterios relativos al sacrificio para la importación de carne de aves de Arabia Saudita. En este último caso, según Santin, los cambios con la readecuación de mercado resultaron en una retracción superior a 100,000 toneladas en las exportaciones brasileñas, uno de los mercados que más redujo las importaciones en 2018.

También están entre los factores relevantes del año los 10 días de paro en las carreteras brasileñas con la huelga de los camioneros. Millones de aves murieron durante los 10 días de paro. El impacto superó los BRL$3,100 millones, de los cuales BRL$1,500 millones fueron irrecuperables. Además de las pérdidas, la huelga sacó a la luz la tabla de tasas de fletes.

Por cuestiones sanitarias, los sectores de aves, huevos y cerdos dependen de los denominados transportes dedicados, que son fidelizados y cumplen distancias cortas. Con la nueva tabla, en general el costo logístico de los sectores presenta un aumento promedio del 35 por ciento, cercano al 80 por ciento en algunas modalidades, como el transporte de alimentos balanceados.

En cuanto a los costos de producción, los precios del maíz y la harina de soya, que representan hasta el 70 por ciento de dicho costo, fueron los principales factores de influencia. En comparación con los datos de 2017, el precio del maíz llegó a ser hasta un 50 por ciento mayor y el de la harina de soya, hasta un 40 por ciento mayor.

“El precio de los insumos en el mercado interno impulsó negocios con productores de granos de países vecinos, como Argentina y Paraguay. Las previsiones de oferta de los productos apuntan en 2019 a un año con menor costo de producción con relación al año anterior”, analizó, por su parte, el presidente de la ABPA.

En este contexto, cabe destacar que el cambio fue favorable a las exportaciones brasileñas, especialmente a lo largo del segundo semestre. “Considerando factores como costos de producción y precios internacionales de productos, la relación dólar – real es favorable al sector productivo en niveles por encima de BRL$3.50”, concluyó Santin.

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