Autoridades del Mercosur y la Unión Europea se reunirán el día 19 de marzo para discutir el acuerdo comercial entre los dos bloques.
Los sectores exportadores de aves de los cuatro países del Mercosur han finiquitado una propuesta de consenso para las negociaciones del tratado de libre comercio.
El presidente de la Unión Brasileña de Avicultura, Ubabef, Francisco Turra, representante ante el Mercosur en temas avícolas. Para él, dos factores son importantes para el avance del sector en caso que se llegue a un acuerdo bilateral.
“Nos hemos esbozado una propuesta conjunta, es decir, 300 mil cuotas para el Mercosur y la desgravación progresiva en un plazo de 10 años, es decir, terminando con arancel cero”, dice el jefe de Ubabef.
En Brasil, los representantes de las empresas que exportan carne de ave y porcina presentarán propuestas para acceder al mercado europeo. La industria avícola espera cambios en el sistema de cuotas del bloque, mientras que el sector de carne porcina trata de ingresar al bloque con el producto brasileño. El Sr. Turra está muy optimista en relación al acuerdo Mercosur-Unión Europea.
Por su parte, el presidente de la Asociación Brasileña de la Industria Productora y Exportadora de Carne, ABIPECS, Pedro de Camargo Neto, es un poco más cauteloso. El resalta que negociaciones como éstas son complejas. De cualquier forma, la industria de carne porcina también presenta declaraciones.
ABIPECS espera que el Mercosur obtenga una cuota de al menos 110 mil toneladas de carne porcina sin aranceles para exportar a la Unión Europea, defiende el Sr. Camargo Neto.
Para el abogado Marcus Vinicius de Freitas, especialista en comercio internacional, el escenario es favorable para el acuerdo bilateral entre la UE y el Mercosur.
La Unión Europea ha expresado que es más propensa a abrir sus puertas a las negociaciones de aquellos mercados en que ésta no encuentra abastecedores de algunos productos. Es cuando la UE pasa a comprender que tiene que abrir las puertas para determinados mercados, entonces sí se entiende que Brasil sea proveedor de esos productos que están faltando en las estanterías europeas o que están ahí a un precio que el consumidor no está dispuesto a pagar. Este es el caso de las carnes, los plátanos y varios productos que Europa está consumido, concluyó Freitas.