Los 6 frentes de trabajo de la avicultura mexicana hoy

Con el cambio en la dirección general de la Unión Nacional de Avicultores, revisamos algunos puntos en los que se va a enfocar esta gremial.

El Ing. Arturo Calderón es el nuevo director general de la Unión Nacional de Avicultores (UNA) de México. El consejo directivo de esta entidad –que conjunta a la segunda avicultura de mayor importancia en Latinoamérica– estableció junto con el Ing. Calderón, las directrices de trabajo para la industria avícola al día de hoy, resumidas en seis puntos:

  1. Fondo de aseguramiento avícola

Existe la necesidad de instrumentar un fondo de aseguramiento, proyecto de dos componentes: la creación misma del fondo y la modificación de la ley de fondos de aseguramiento agropecuario y rural, así como la consecución del fondeo que se requiere.

En la consecución del fondo, hay impedimentos que se originan en la propia Ley de Fondos de Aseguramiento, que se refiere a la exclusión de extranjeros. “Cuando se trata de temas de seguridad nacional, tendría que matizarse esto”, dijo Calderón, ya que la sanidad agropecuaria en México está reconocida como de seguridad nacional. Está incluso en la agenda nacional de riesgos. El otro punto es que existan fondos permanentemente disponibles determinados por el Congreso para atender emergencias. “Esto se tiene que resolver pronto, ya que el Consejo que hoy preside César Quesada tiene una visión de largo plazo”.

En la Unión Europea o en Estados Unidos, existe la capacidad económica de aplicar rifles sanitarios cuando hay que hacerlo y en eso se trabaja en México.

  1. UNA y Senasica

Es importante reforzar la buena relación que hay entre las autoridades sanitarias, la UNA y las empresas avícolas. La UNA interactúa con muchas áreas del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica): inocuidad, salud animal e inspectorías.

Con el cambio de gobierno en México, trabajan para que juntos –autoridades y productores– hagan de esto una prioridad, en particular en un país donde el abasto de proteínas de origen animal, a través del huevo y pollo, es el más importante.

  1. Libre comercio, proteccionismo y competencia

La industria avícola mexicana tiene el reto de involucrase en el comercio internacional activamente. Para ello, la UNA participa y está permanentemente atenta al libre comercio. “No creo que vaya a cambiar, en el corto y mediano plazo, la dinámica de tratados en los que participa el país, ya sea a través de nuevos tratados bilaterales o multilaterales, o de acuerdos de complementación económica”, comento Calderón.

En este sentido, la UNA va de la mano con las autoridades para asegurar que se vean reflejados los intereses de la industria avícola.

Participan también en la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “Ahí, en términos de acceso a mercados, no hay nada nuevo, salvo que Canadá decidiera eliminar la exclusión del sector avícola y empecemos a intercambiar mercancías del complejo avícola bilateralmente”.

Además, México necesita un trato y un traje a la medida especial respecto a la genética avícola. Facilitar el tránsito rápido de la genética avícola, incluido el huevo fértil, no significa bajar la barrera sanitaria. “No vamos a poner en riesgo la viabilidad sanitaria de la misma industria avícola en progenitoras y reproductoras”.

Ante los visos de proteccionismo en el mundo, el nuevo director general de la UNA indicó que, si hubiera escasez de materias primas competitivas, cuentan con una línea de comunicación estratégica para mostrar el impacto que eso tendría en el corto plazo para el consumidor, en el mediano plazo para las inversiones y en el largo plazo para la desaparición de una industria.

La UNA trabaja en la defensa cuando hay importaciones en condiciones de dumping, como es el caso de las piernas y muslos de Estados Unidos, cuando es una competencia desleal en detrimento de la industria mexicana.

Preocupan también las decisiones unilaterales de los cupos de pollo, en cuyo caso Brasil, y en menor medida Argentina, han aprovechado. La medida tuvo su porqué por la influenza aviar, pero eso fue en 2012. “La industria se ha ajustado perfectamente al choque que hubo en ese momento, se ha repuesto y se ha sobrepuesto. Trabajamos para que esas decisiones unilaterales se eliminen o reviertan”.

Ahora, al abrirse los cupos unilaterales, las importaciones de pechuga de Brasil entran en condiciones de competencia favorables para los brasileños. De esta forma, a los mexicanos les toca competir con lo peor: los precios dumping de Estados Unidos en piernas y muslos, y los precios competitivos de pechugas de Brasil.

  1. Cooperación regulatoria y normatividad

La cooperación regulatoria, en términos de homologación o armonización de reglamentaciones, es compleja, porque son diferentes los sistemas jurídicos de los países. Es muy importante tener equivalencias en las cargas regulatorias que se imponen en toda Norteamérica.

Calderón señaló que “preocupa a los tres participantes la presencia de influenza aviar notificable, pero los países le hacemos frente de manera diferente”. La cooperación va a permitir que con certeza jurídica puedan trabajar las autoridades con un nivel de cobertura equivalente.

En cuanto a medidas sanitarias y fitosanitarias, México respalda su enfoque de exportación en los sistemas sanitarios y de inocuidad de alimentos. “En esto, quisiéramos que tanto Estados Unidos como Canadá reconocieran en tiempos mucho más cortos las zonas libres de influenza o de Newcastle velogénico”.

En el comercio con Estados Unidos y Canadá, hay que hablar de certeza jurídica y económica a corto plazo. “Hoy no existe una fuente de abasto alternativa para granos y oleaginosas, que representan el 63 por ciento del costo de producción. Estamos muy atentos para que las normas de calidad aseguren que el maíz, soya o sorgo que se importan correspondan a las calidades que pagan”.

La industria avícola mexicana no quiere recibir tamo a precio de soya o suelo a precio de maíz. “Ha sido dramático lo que ha pasado en recepción de embarques, particularmente de nuestros socios de Norteamérica, que no cumplen con las calidades que compran nuestras empresas”.

En la modernización del TLCAN también se encuentran las normas de calidad y su cumplimiento. “Creo que va a ser muy benéfico cuando en México tengamos una norma de calidad para el maíz o la soya, o incluso para el huevo”, sostuvo Calderón. Se necesita de transparencia y trato de iguales en los intercambios comerciales.

Además, la UNA trabaja para que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) reconozca el sistema de sacrificio de aves en México, porque eso abre muchas puertas. Desafortunadamente, de forma irracional muchos países que carecen de abasto competitivo no aceptan a México, por no estar reconocido por Estados Unidos.

Quizás Estados Unidos no tenga ningún incentivo en reconocer a México. Tiene su lógica de competencia: entre más reconocimientos tenga México, más competencia van a enfrentar en el mercado internacional, como sucedió en el mercado japonés con la carne de cerdo.

  1. Bienestar animal

En bienestar animal, en la UNA “somos muy respetuosos de las opiniones y de las percepciones de los demás. Estamos listos para informar sobre lo que está haciendo la industria hoy en los sistemas productivos altamente tecnificados”.

Las inversiones que ha hecho la industria avícola mexicana van en el sentido de incrementar la productividad, de hacerse más competitiva, de proveer la proteína animal más accesible para los consumidores mexicanos. La incorporación del valor de las distintas iniciativas de bienestar animal conducirá a una menor productividad y competitividad.

Algunas iniciativas de leyes de bienestar animal no han reconocido que la Ley Federal de Salud Animal tiene un apartado de bienestar animal que está reglamentado. Se requiere de normativas para que quien produzca huevos de gallinas libres de jaula lo haga con certeza jurídica y no sea una barrera de comercio o una competencia desleal.

  1. Fortalecimiento del INA

La UNA se encuentra en proceso de fortalecer el Instituto Nacional Avícola (INA). Muchas personalidades reconocidas, de diferentes ámbitos profesionales trabajan en comunicar lo más importante que hay detrás de un kilo de pollo y de huevo.

El nuevo director ejecutivo del INA es el Lic. Rodolfo Valadez, también encargado de comunicación de la UNA, quien ahora coordinará científicos, comunicadores y todos aquellos que puedan influir en políticas públicas, así como en otros temas.


¿Quién es Arturo Calderón?

Arturo Calderón es egresado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Querétaro, como Ingeniero Agrónomo Zootecnista. Es maestro en Economía Rural, título otorgado por la Université Catholique de Louvain, Bélgica. Cursó un Diplomado en Alta Dirección en la Universidad Iberoamericana y un Diplomado en Derecho Administrativo en la Universidad Nacional Autónoma de México. Además, realizó el Curso de Alta Dirección en Seguridad Nacional en la Escuela de Inteligencia para la Seguridad Nacional.

Ha desarrollado una carrera en torno a la política agroalimentaria y el comercio internacional de productos agropecuarios mexicanos, y actualmente funge como responsable del sistema de inspección comercial y turístico. Ha trabajado en la generación de esquemas de inspección sanitaria en puntos de ingreso y salida que faciliten el intercambio comercial entre México y otros países.

Ha trabajado también como agregado agropecuario de la Sagarpa en la Consejería Agropecuaria para Estados Unidos, gestionando negociaciones para el intercambio comercial agroalimentario entre ambos países.

Anteriormente fue asesor de la Comisión de Agricultura y Ganadería, y de la Comisión de Desarrollo Rural en la Cámara de Diputados.

Asimismo, fungió como director general del Fondo para la Promoción de la Carne Mexicana y director general del Consejo Mexicano de la Carne.

Además, fue agregado agropecuario en la Consejería Agropecuaria de México en Europa, formando parte de la Delegación Mexicana negociadora del sector agropecuario en el Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM).

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