Desmedicación a través de la salud intestinal en aves

La sustitución de los antibióticos promotores de crecimiento no solo puede basarse en aditivos, sino en un enfoque de varios frentes.

La tendencia a la producción de proteína animal libre de antibióticos es algo en lo que tenemos que trabajar. Es por ello que en la pasada Cumbre Avícola Latinoamericana, el Dr. Martin Audiffred Pinedo, gerente de Desarrollo de Negocios de Latam en Wisium, impartió la conferencia Alternativas de promotores del crecimiento no antibióticos, en la que fue enfático en que no existe una receta mágica, sino que se debe trabajar en varios frentes.

Los antibióticos promotores de crecimiento, denominados así desde 1946 por las mejoras observadas en los índices de ganancia de peso y conversión alimenticia, presentan el mecanismo de acción del control del crecimiento de bacterias nocivas, como Clostridium perfringens, que con frecuencia se ve en las granjas.

También mejoran el bienestar animal al reducir el estrés inmunitario y el gasto de nutrientes para producir una respuesta inflamatoria a nivel intestinal. Asimismo, previenen que se engrose la pared intestinal, ocasionada por la inflamación causada por tóxicos de origen bacteriano, con lo cual se favorece la absorción de nutrientes.

El abuso desmesurado de estos productos y la dificultad cada vez mayor de encontrar nuevos principios activos ha llevado a problemas de resistencia. En ese sentido, el experto de Wisium puso los ejemplos del Campylobacter, que es resistente a la ciprofloxacina, al ácido nalidíxico y a las tetraciclinas, y el de la Salmonella, que se ha vuelto resistente a la ampicilina, sulfonamidas y tetraciclinas.

Este debate siempre ha sido un tema de controversia, pues no hay evidencia total que determine que el uso de estos promotores antibióticos es el que produce la resistencia en los humanos. Muchas veces, ha sido el uso desmesurado de los antibióticos en medicina humana la que ha provocado la resistencia.

La sustitución de los antibióticos promotores de crecimiento no se hace con la sustitución uno a uno con alternativas. (Andrew Rafalsky | Shutterstock.com)

Cómo proceder a la desmedicación

Audiffred fue muy claro en que la sustitución de los antibióticos promotores de crecimiento no se hace con la sustitución uno a uno con alternativas. Hay varios factores a tener en cuenta:

  1. Bienestar animal: es el primero de todos los factores a considerar para que los demás puedan ayudar. El enfoque es más hacia las causas que hacia las consecuencias. Se trata del manejo para minimizar el estrés, bajar densidades y de períodos de descanso. Debe haber confort en el ambiente, acceso al alimento y agua, y bioseguridad. Esto puede implicar disminuir la densidad de producción. Hay que estar muy conscientes de que, en este momento, el retiro de promotores implica un aumento en el costo de producción. También implica mucho trabajo con los pollitos para que se desarrollen sanos y con un buen sistema inmunitario, lo cual incluye la nutrición de las ponedoras.
  2. Nutrición y formulación: el objetivo de manejar los trastornos digestivos es otra de las estrategias integrales de la desmedicación. Evite excesos de proteína, pues producen mucho daño en el intestino grueso por la proliferación bacteriana. También debe vigilar las grasas. Sobre todo, evite excesos y maneje los nutrientes no digestibles con enzimas, una buena herramienta para combatir o minimizar el daño que ocasionan. Use preiniciadores para lograr un buen desarrollo de ganancia de peso, así como de órganos.
    Con respecto a la presentación del alimento y su gestión, el objetivo principal es la estimulación de la actividad física en el intestino y manejo de trastornos digestivos. La calidad física del alimento a menudo presenta un impacto más importante en el rendimiento de las aves que la misma densidad de nutrientes. Con un alimento en harina grueso se mejora la digestión y la calidad de la cama. Presenta un mayor tiempo de contacto con las enzimas y los ácidos, y tiene una mejor digestibilidad y aprovechamiento de los nutrientes.
  3. Higiene y bioseguridad: vigile la temperatura, la ventilación y la humedad para un mayor confort de los animales. Supervise la desinfección y el control de la fauna nociva.
  4. Sanidad: esto se trata de buenas prácticas de control de vacunas.
  5. Calidad del agua: minimice su alcalinidad, es decir, un pH entre 5 y 7.

Alternativas de aditivos

En los últimos años, la investigación se ha enfocado en evaluar el potencial de diferentes aditivos como sustitutos alternativos a los antibióticos promotores de crecimiento. Estas alternativas se pueden clasificar así:

  1. Aditivos con acción sobre la inmunidad: que son inmunoestimulantes e inmunomoduladores, como los ácidos grasos poliinsaturados, omega 3 y 6, arginina, glutamina, retinol, vitamina E, luteína y algunos fitonutrientes.
  2. Modificadores de la microbiota intestinal: como los prebióticos y los probióticos.
  3. Favorecedores de un ambiente intestinal adecuado: enzimas, ácidos orgánicos y extractos vegetales, especias y aceites esenciales.
  4. Aditivos con acción directa sobre el patógeno: oligoelementos como el zinc y el cobre.

“Hay que buscar una combinación (de aditivos), lo que mejor funcione. No hay una sola receta. Como se sabe, cada parvada tiene su propia historia”, señaló.

Probióticos y prebióticos

Para muchos, la desmedicación a través de la salud intestinal se basa en estos compuestos. Se debe recordar que el intestino alberga entre 1,000 y 1,200 especies de bacterias y produce más de 20 hormonas. Es el órgano encargado de absorber y digerir nutrientes y más del 80% de las células inmunitarias se encuentran ahí. Dentro del intestino hay también múltiples bacterias, virus, hongos y muchos microorganismos que constituyen la microbiota intestinal. Conozca cómo funciona cada uno:

  1. Prebióticos: son ingredientes selectivamente fermentados que producen cambios específicos en la composición y la actividad de la microbiota gastrointestinal y le confieren beneficios a la salud del huésped. Algunos de estos son oligosacáridos, como los fructooligosacáridos (FOS), los galacto-oligosacáridos (GOS) y la inulina, entre otros. Entre los beneficios que brindan se encuentra el crecimiento de bacterias intestinales benéficas, como Bifidobacterium o Lactobacillus, que producen ácidos grasos volátiles. Además, presentan un mejoramiento de la función de la flora intestinal e inmunidad del huésped, mitigan las respuestas inflamatorias y hay absorción de minerales.
  2. Probióticos: son organismos vivos tales como bifidobacterias, lactobacilos, estreptococos y enterococos, entre otros. Algunos beneficios que proveen es que alteran favorablemente la microbiota y la función intestinal, y son competitivos contra otros microorganismos por su adhesión a receptores epiteliales. Presentan una mayor síntesis de ácido láctico y reducción del pH intestinal, lo que favorece que no haya crecimiento de organismos patógenos. Además, mejoran la actividad del sistema inmunitario.
  3. Simbióticos: son la combinación de un prebiótico y un probiótico. Entre sus beneficios destaca que el compuesto prebiótico selectivamente favorece al probiótico, como el Bifidobacterium lactis con GOS, FOS e inulina.

Enzimas

Las enzimas son cruciales para sacar el máximo provecho a la producción libre de antibióticos, pues ayudan a disminuir los componentes no digestibles del alimento, sobre todo los polisacáridos no almidonosos, que producen viscosidad de la ingesta e irritación de la mucosa.

Las enzimas generan metabolitos que promueven la diversidad bacteriana, lo que permite mantener una microbiota intestinal más estable. Mejoran la digestibilidad de los nutrientes, limitan los efectos antinutricionales de algunos ingredientes y mejoran el consumo del alimento, así como la eficiencia nutritiva.

Ácidos orgánicos

Los ácidos orgánicos han sido utilizados por décadas para la conservación de alimentos y para evitar el deterioro causado por hongos y bacterias. Entre sus propiedades está la reducción del pH gástrico y una mejora en la actividad de la pepsina. Además, son capaces de inhibir y eliminar microorganismos, lo que favorece un ambiente intestinal adecuado.

Los ácidos orgánicos se encuentran de una forma no disociada y así penetran más fácilmente la membrana bacteriana. En el citoplasma se disocian en protones y aniones, y provocan una reducción del pH. De esta forma, las bacterias tratan de compensar esa reducción de pH y gastan mucha energía, se produce agotamiento bacteriano y mueren.

Extractos vegetales, especias y aceites esenciales

Son compuestos derivados de las plantas, sin valor nutricional directo, que mejoran la salud. Como grupo cuentan con propiedades tales como acción antimicrobiana —en compuestos como el timol, carvacrol o cinamaldehído—, mejoramiento de la palatibilidad y de la salud intestinal. Hay otros que modulan procesos inflamatorios e incrementan las actividades enzimáticas en el intestino, con lo que aumenta la digestibilidad de los nutrientes. Tal es el caso del timol, eugenol y la piperina.

Oligoelementos

Durante su presentación en la Cumbre Avícola Latinoamericana 2020, Audiffred se refirió a oligoelementos como el zinc y el cobre. Las arcillas activadas por iones como el cobre han demostrado tener una potencia antimicrobiana sobre patógenos, ya sea sola o en combinación con otros promotores. Puede ser una combinación de iones y una arcilla, natural o sintética. La arcilla sintética es un producto estable, estandarizado, de dispersión muy alta en el intestino y con una acción focal de los patógenos.

Entre los beneficios que ofrece se encuentra el aseguramiento de un adecuado balance de la microflora intestinal, el apoyo a un mejor proceso digestivo y una mejora el desempeño animal.

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