Cómo restaurar la viabilidad embrionaria en aves

Imitar a la naturaleza para mejorar la viabilidad embrionaria mediante el tratamiento térmico antes de la incubación aumenta la viabilidad y el desempeño en el campo.

La imagen que tenemos de la incubación es la de un proceso de una fábrica y nos olvidamos que es un proceso biológico natural de transformación de huevos fecundados en pollitos de un día.

Hay que imitar a la naturaleza para restaurar la viabilidad embrionaria. “La naturaleza debe ser una fuente de inspiración para el desarrollo de nuevos equipos y también para hacer ajustes a los procesos”, señaló el Dr. Eduardo Romanini, experto de Petersime, empresa especialista en el desarrollo de incubadoras y equipo de incubación.

La clave es observar lo que hace una gallina en la naturaleza cuando incuba sus huevos, entender los motivos de comportamiento e imitarlos en las máquinas incubadoras.

Sin embargo, Romanini destacó que hay una gran diferencia entre lo que hace una gallina y una máquina incubadora, en cuanto al tamaño de la escala. Las gallinas empollan unos cuantos huevos, mientras que hay incubadoras modernas con capacidad de 130,000 unidades. “No se puede aplicar directamente lo que pasa en la naturaleza a escala comercial. Se tienen que hacer adaptaciones y usar los conocimientos que tenemos en cuanto a la formación, los ciclos de postura en incubación natural y la formación del nido”, explicó.

Por lo regular, la gallina va al nido a colocar el primer huevo. Al segundo día, vuelve y pone el segundo huevo. Al tercer día, pone el tercero y así hace todos los días. Cada vez que la gallina regresa al nido, empolla los que tiene por uno, dos o tres días. Cuando tiene un grupo formado de 10 o 12 huevos, ya no se levanta más del nido. Y ahí empieza la incubación.

Si miramos lo que pasa día a día, cada vez que la gallina regresa al nido y empolla, hay un calentamiento previo de períodos cortos antes de que empiece la incubación como tal.

El Dr. Eduardo Romanini, de Petersime, dice que la naturaleza debe ser una fuente de inspiración para el desarrollo de nuevos equipos.

Desarrollo embrionario

Una vez que el huevo está en el nido después de la postura, se va al cuarto frío, en donde va a haber mortalidad celular. Se ha descubierto que con pequeños períodos de incubación de calor esto se puede restaurar. Las células viables comienzan a multiplicarse de forma compensatoria.

Los estados de desarrollo embrionario iniciales son tres: pregástrula, gástrula y la formación de la línea primitiva.

En el estado de pregástrula, no es bueno almacenar en cuarto frío los huevos con embriones por largos períodos de almacenamiento porque baja la incubabilidad. En gástrula, que es un estado intermedio de desarrollo, los embriones tienen más condiciones de sobrevivir a un cuarto frío, a temperaturas bajas. Una vez que ya está en un estado bastante avanzado de desarrollo, en el que empieza la formación de la línea primitiva, en este punto ya no pueden regresar los huevos al cuarto frío; es imprescindible empezar la incubación durante 18 días, para luego transferir a la nacedora.

Cuando se forma la línea primitiva, comienzan a organizarse las células y se crea la espina dorsal de un embrión. Una vez que se empieza a desarrollar la espina dorsal, el huevo no puede regresar al cuarto frío, pues se moriría el embrión.

Procesos que influyen en el desarrollo embrionario

Antes de la postura, el desarrollo está en manos de la gallina. Una vez puesto el huevo en el nido, todo el manejo va a afectar el desarrollo del embrión, como por ejemplo:

La determinación del estado del desarrollo embrionario no es un procedimiento fácil, ni se hace en la práctica. Como muchas veces no es posible detectar a simple vista el estado del desarrollo, lo mejor es garantizar que los procedimientos de recolección, almacenamiento y transporte de huevos no hayan tenido fluctuaciones de temperatura.

Clasificación embrionaria

Al principio, el disco germinal es muy pequeño; tiene el grosor de una célula. Una vez que empieza a desarrollarse, se van marcando las diferencias que hay entre un embrión vivo fértil, un embrión muerto o un huevo infértil.

Es importante hacer la clasificación embrionaria, primeramente para saber si es un huevo fértil o infértil y también en qué estado de desarrollo murió este embrión.

Se hace una separación del embrión del resto de los discos germinales para ver en qué etapa de desarrollo se encuentra, para luego compararse con una tabla de referencia de desarrollo embrionario de Eyal-Giladu y Kochav, de 1976, o Hamburger y Hamilton, de 1951.

Procedimiento térmico

El tratamiento térmico antes de la incubación —durante el almacenamiento— tiene un efecto positivo sobre los diferentes niveles de desarrollo del huevo. La clave es desplazar el desarrollo embrionario hasta cierto nivel, sin que llegue al punto en que ya no se pueda regresar.

Por lo regular, es mejor siempre incubar huevos con un almacenamiento menor a cinco a siete días. Con más de siete días, empieza a haber consecuencias. Sin embargo, “no siempre es posible, ya que depende de la demanda del mercado, de las cantidades variables de la venta y de la formación de lotes uniformes”, dijo Romanini.

Con el almacenamiento largo se empieza a reducir la calidad interna del huevo, como la altura de la albúmina o la membrana de la yema. Esto resulta en que haya que compensar el tiempo de incubación y ajustar la temperatura. Además, después de los siete días, empieza a reducirse la tasa de nacimientos, la calidad del pollito y el desempeño en el campo.

En huevos con más de siete días de almacenamiento, el tratamiento térmico es efectivo hasta cierto punto. Se ha demostrado que hay de un 2 hasta un 14 por ciento de recuperación de nacimientos en huevos de almacenamiento largo.

En la práctica, se recomienda hacer el procedimiento térmico antes de la incubación. Primero, es importante definir la frecuencia e intensidad de este tratamiento. Se recomienda hacerlo cada cinco días, para restaurar los números de células viables. En cuanto a la frecuencia del tratamiento, para evitar desplazar el desarrollo embrionario o no recuperar todas las células que se pueden recuperar, hay que hacerlo de forma controlada para que se desplacen de uno a otro estado de embrión.

Los huevos que están en el cuarto frío se transfieren a la máquina especialmente diseñada, que cuenta con control de temperatura de la cáscara de huevo. Los sensores de temperatura son importantes porque son los que van a definir automáticamente la temperatura y el tiempo de tratamiento por calor ideal.

Los huevos salen del cuarto de frío con aproximadamente 18°C y la temperatura se eleva hasta los 35°C. Se mantienen ahí por un tiempo y después se baja de forma controlada hasta la temperatura apta para que puedan regresar al cuarto frío. Todo este ciclo es más o menos de 12 horas en una máquina de 60 mil huevos.

Consideraciones

Hay que tener en cuenta que los diferentes tamaños de los huevos afectan el tiempo de tratamiento. Los huevos más pequeños tienen una velocidad de calentamiento y de enfriamiento más rápida que los huevos grandes. Esto es de gran importancia con lotes de aves jóvenes con peso promedio de 55 g por huevo y de lotes de aves viejas con 72 g de peso promedio. ¡Una diferencia del 31 por ciento!

Es importante considerar que, como los huevos están calientes, se debe contar con un cuarto frío con espacio adecuado para meterlos a una distancia suficiente de los huevos fríos que ya hay en almacenamiento. “La regla más importante de este procedimiento es que la combinación de todos los tratamientos que se hacen no pase de más de 12 horas por arriba de 32°C en la cáscara”.

Otra regla importante, una vez que se hacen los últimos tratamientos, es que el huevo tiene que regresar al cuarto frío y ahí se debe mantener por lo menos 24 horas antes de meterlos a la incubadora, para que las células reposen nuevamente.

Conclusiones

La naturaleza nos ha enseñado que es posible restaurar la viabilidad de los embriones cuando hacemos un largo almacenamiento y un tratamiento térmico de forma controlada de la temperatura de la cáscara de huevo.

Con el almacenamiento prolongado va a haber más mortalidad temprana, se deteriora la calidad interna del huevo y también se incrementa el tiempo de incubación.

Este proceso es realmente una herramienta que hoy en día ya consideran en su diseño todas las plantas de incubación más modernas.

Nota: artículo basado en la presentación titulada “Imitando a la naturaleza: el arte de restaurar la viabilidad embrionaria” de Eduardo Romanini en el XXV Congreso Centroamericano y del Caribe de Avicultura, Honduras, en agosto de 2018.

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