¿Cuánto cuesta el picaje en la producción avícola?

Hay soluciones para evitar este aspecto, a veces olvidado, mediante feromonas apaciguantes.

El camino del bienestar animal está llevándonos por vertientes antes no exploradas. Una de ellas es la agresividad natural de las aves. Para definirla, debemos tener en cuenta que la domesticación de las aves seleccionó con la influencia del fenotipo “guerrero”. Naturalmente, existe una jerarquía social entre machos y hembras, pero también en el seno del mismo sexo.

“En avicultura, no hablamos de agresividad, en particular en la especie Gallus gallus, sino del estrés que conlleva al nerviosismo y las formas de combatirlo”, señaló Edouard Lambert, responsable administrativo y de estrategia de desarrollo de Signs, del Grupo Irsea, en Francia.

Estrés y picaje

El estrés se define como un medio correctivo, una adaptación a una restricción ambiental que impide el equilibrio de las funciones internas del animal. El estrés agudo en las aves se puede medir mediante la tasa de corticosterona en la sangre.

El nerviosismo de un lote de aves se puede detectar cuando el productor percibe el ruido de los animales en la caseta o galpón, su agitación al momento de caminar entre las aves o cuando se realiza la recolección de pollos para transportarlos a la planta de procesamiento.

El estrés en las aves puede ser físico o químico. Por ejemplo, la exposición a ruidos ajenos, fuertes y cortos les provoca miedo, lo cual aumenta cuando se repiten constantemente. Por otro lado la alta densidad es muy importante para la jerarquía social y el reconocimiento de sus congéneres, aunque es difícil de medir el impacto en el estrés. Además, en el caso de los pollitos de un día de edad, la ausencia de la madre puede ser un factor propicio para inducir estrés.

El picaje es un elemento clave de la agresividad en las aves. Se pueden observar comportamientos de agresividad por picaje en aves reproductoras, pollos de engorde o en ponedoras de huevos comerciales. En los pollos de engorde, sobre todo en los lotes más nerviosos, se pueden advertir rasguños en diferentes partes a la hora de entrar a las líneas de procesamiento, lo que afecta el rendimiento.

Feromonas maternas

El uso de feromonas para aliviar el problema del estrés en las aves es un concepto relativamente sencillo. “Descubrieron —en un principio con perros y luego con pruebas de comportamiento en gatos y en cerdos— cómo se comporta un cachorro apegado a la madre”, dijo José de Benito, director comercial de SIB-PMA España. “Existe una comunicación directa entre la madre y la cría que lo apacigua, lo que a través de un vínculo produce una comunicación primaria entre los dos”.

En el caso de los mamíferos, esto ocurre a través de las mamas, que emiten la feromona de apaciguamiento. En el laboratorio se ha demostrado que esa feromona aislada y puesta a disposición vía olfativa del animal es válida en todas las etapas de su vida.

En el caso de pollos o gallinas, se ha demostrado que en la glándula uropigial del oviducto se emiten una serie de feromonas apaciguantes —las mismas que emite una gata o cerda— que trabajan exactamente igual, tranquilizando.

Al reproducirse el mecanismo de emisión de las feromonas tranquilizantes, como cuando se hace naturalmente al momento de la eclosión y hasta las dos semanas posteriores, se logra un impacto positivo.

Densidad de aves

“El problema que tienen todos los animales de producción”, a juicio de De Benito, “es que viven hacinados”, ya sean pollos de engorde tradicionales o de crecimiento lento, reproductoras o ponedoras. Estar tan juntos significa estrés y entonces las aves empiezan a picarse y a arañarse. El estrés, tarde o temprano, causa mortalidad y daños.

Las feromonas tranquilizan a las aves. “Un animal tranquilo va a producir más”. Además, la menor agresividad disminuirá la tasa de decomisos por rasguños en pollos de engorde, el picaje en aves reproductoras y la mortalidad relacionada a esto.

Feromonas en el aire

La aplicación de feromonas en la granja es muy sencilla. El producto en botes se coloca en la caseta o galpón, de donde se expulsa constantemente durante seis semanas, el período de producción del pollo. Se pone 24 horas antes de colocar los pollitos en la caseta.

“Además de ser muy sencillo y fácil de usar, es absolutamente inocuo y no necesita receta. No va al sistema circulatorio ni al digestivo. Lo respiran, pero no tienen ninguna influencia [negativa]”, explicó De Benito.

De esta manera, se previene el estrés al permitir condiciones óptimas para mejorar el entorno del pollo, como la reducción de conductas agresivas y, por lo tanto, un aumento en el bienestar. Esto es evidente cuando, al caminar entre las aves, los pollos no corren y se amontonan en una zona. Los animales prácticamente no se mueven y vuelven a cerrarse.

También son clave los aspectos productivos, como la reducción de la mortalidad o la mejora del índice de conversión. “Un animal que está más tranquilo, come más, se alimenta mejor, aumenta el peso al final y lo que es muy importante, hay una reducción de rechazos de la canal”, dijo De Benito. Además, se favorece un menor consumo en medicamentos.

En ponedoras es igual, considerando que pueden ser muy agresivas. Se reduce la excitación y conductas agresivas y, por lo tanto, el picaje. “Mueren menos, pero sobre todo se incrementa la postura, además de mejorar la conversión”, explicó.

¿Cuánto cuesta el estrés?

En otras especies, como los cerdos, se tiene una mejor idea de cuánto cuesta perder productividad y animales a causa del estrés. En aves, todavía no. Es necesario cuantificar cuánto vale el problema, cuánto cuesta la agresividad avícola.

Por otro lado, se encuentra reticencia por parte del avicultor a atajar este asunto. Es probable que el tema del bienestar aún esté a la cola de las prioridades. “Con las pérdidas por estrés y agresividad, al final estamos hablando de dinero”, resaltó el director comercial de SIB-PMA España.

Conclusión

La gente a favor del bienestar animal —y no solo en la producción alternativa— quizás no se han percatado de que el uso de las feromonas apaciguantes sea un paso adelante. El bienestar animal es una solicitud prioritaria de la producción alternativa, pero también de la convencional en aviculturas como la francesa, y esa forma de actuar es de gran interés para ese país. Además, las pérdidas económicas ligadas a la agresividad pueden ser el mensaje importante que llevarse para meditar.

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