Por qué mejora tanto la genética de las ponedoras

La alta eficiencia de las ponedoras y la calidad del huevo no han sido fruto de la coincidencia, sino de un largo camino en mejoramiento genético, estudios de calidad e inversiones.

El mejoramiento genético avícola se realiza teniendo en mente la rentabilidad del productor. Si no, no tiene sentido. Todas las mejoras deben ser un equilibrio cuidadoso de selección de múltiples características de desempeño y calidad.

La rentabilidad va de la mano con las tres características clave: mejor eficiencia, excelente viabilidad y calidad de huevo superior, además del cuidado del bienestar del ave. Un programa integral de selección genética debe abarcar todos los aspectos de salud aviar, bienestar y desempeño, lo que resulta en un ave bien equilibrada, capaz de desempeñarse en múltiples ambientes comerciales, con una alta viabilidad para producir huevos de alta calidad con gran eficiencia.

Para entender cómo es la selección genética en las aves ponedoras, debemos visualizarlo como una pirámide. En la punta se encuentran las líneas puras, que reposan sobre las plataformas de las bisabuelas, abuelas, ponedoras y finalmente en la base, la producción de huevo. Es decir, con pequeñas mejoras que se van haciendo en la punta, rinden un enorme impacto en la producción.

Para lograr estas mejoras y poder acelerar el avance de la genética de ponedoras, el Dr. Danny Lubritz, director de Investigación y Desarrollo de Hy-Line, explica en entrevista con Industria Avícola los avances que han realizado en investigación.

Las mejoras deben ser un equilibrio cuidadoso de selección de múltiples características de desempeño y calidad. (Cortesía de Hy-Line)

Sistema de tres granjas de investigación

En primer lugar, se dieron a la tarea de evaluar las granjas para poder maximizar el avance genético. En cada una de ellas cuentan con todas las genéticas. Originalmente, contaban con dos granjas de investigación que les permitía un máximo de una evaluación de ciclo sencillo de 76 semanas, una reproducción anual con un intervalo generacional de 64 semanas y una brecha en cuanto a la disponibilidad de 16 semanas.

Decidieron pasar a un modelo con tres granjas, que hizo que la evaluación de ciclo subiera a 105 semanas, el tipo de reproducción fuera continuo, se redujera el intervalo generacional a 28 semanas “y lo más importante es que se redujo la brecha de disponibilidad de 16 a cero semanas”, explicó Lubritz.

El concepto del sistema de tres granjas es un nuevo paradigma. “Nos permite poner más aves élite de pedigrí, aumentar la intensidad de selección y añadir y extender nuestra evaluación de postura de ciclo único más allá de las 100 semanas en todas las granjas”, sostuvo Lubritz, haciendo referencia a algo muy importante para la persistencia de la postura y calidad tardía de la cáscara. Cada una de las granjas contiene además genética de aves tanto marrones (Brown) como blancas (White).

Al sustituir las reproducciones anuales con generaciones que se traslapan o coinciden, se crean intervalos generacionales más cortos en todas las líneas. Cada siete a ocho meses (unas 28 semanas) se realizan colocaciones de aves. De esta manera, hay selecciones entre las generaciones jóvenes a las 28 semanas y en las medias (56 semanas).

Las tres granjas de pedigrí cuentan con técnicos que se encargan de recolectar datos todos los días en características como la de mejorar la selección en cuanto a producción de huevos, peso del huevo, calidad de la cáscara y eficiencia alimenticia general para acelerar el avance genético.

En las tres granjas se han hecho inversiones en los últimos años y mejoras en bioseguridad. De esta manera, “no tenemos todos los huevos en la misma canasta”, expresó Lubritz.

El Dr. Danny Lubritz, de Hy-Line, dice que la viabilidad general y la robustez se miden en pruebas de campo bajo condiciones comerciales desafiantes. (Cortesía de Hy-Line)

Mejoramiento del poder de selección

El avance genético es una ecuación en la que la intensidad multiplicada por la precisión y por la variación genética se divide por el intervalo generacional. El investigador de Hy-Line destacó que con la tercera granja han aumentado el número de gallinas de línea pura probadas al año, lo que aumenta la intensidad de la selección.

Asimismo, la selección genómica en machos y hembras en todas las líneas comerciales ha redundado en valores de reproducción más precisos para la selección de machos, que permite un menor tiempo en la toma de decisiones en cuanto a selección y se acorta el intervalo de generación.

“La genómica nos permite seleccionar machos a una edad más joven, lo que reduce el intervalo generacional. Utilizamos la genómica en todas nuestras líneas comerciales para aumentar la precisión de nuestros valores de reproducción de selección”, apuntó el experto.

Además, el hecho de contar con más machos reproductores hace que la transferencia del avance de las líneas puras a las comerciales sea más rápida.

En cuanto a la conducta social de las aves, en la actualidad se trabaja con características como el picaje de plumas, la postura de huevos en el piso y la relación con los machos.

Bienestar y plumaje

Desde el punto de vista del bienestar animal, las plumas son una característica importante para seleccionar. Si un ave mantiene sus plumas, usa menos recursos para mantener su calor corporal y los dedica a producir huevos eficientemente.

Las aves con buen plumaje y viabilidad son menos agresivas. La conducta dócil le permite al productor no realizar el recorte del pico, si es necesario.

Otra consideración muy importante del bienestar en las ponedoras es qué hacer con los pollitos macho, los hermanos de dichas ponedoras comerciales. Muy pronto, la determinación in ovo del sexo va a resolver este problema.

Características del huevo

La calidad de la cáscara es sumamente importante. Debe ser fuerte para resistir el rompimiento durante el manejo y embarque. En el mundo hay diferentes gustos de colores de la cáscara. “Mantenemos una fuerte gama de variedades para tratar las preferencias de color de la cáscara, que incluyen dos variedades de huevo blanco, dos coloreados y dos de huevo marrón o rojo”.

“Desde 2007, muchos esfuerzos se han dedicado a la mejora de las características de calidad del huevo”. Entre estas, se trabaja en el tamaño del huevo, el peso de la yema y la calidad de la albúmina, porcentaje de rendimiento de sólidos, calidad y color de la cáscara, así como defectos internos y externos.

El director de Investigación y Desarrollo de Hy-Line comentó que anualmente el laboratorio de calidad puede procesar hasta un millón de huevos en los que se miden el peso del huevo y de la yema, contenido de materia seca, calidad de la albúmina, resistencia a la ruptura, rigidez dinámica, microfisuras, color de la cáscara, altura de la albúmina y unidades Haugh.

En cuanto al color del huevo de la línea marrón, en 13 años ha habido una mejora de alrededor de siete unidades del índice de color, es decir, son un 9% más oscuros. También han mejorado las unidades Haugh en un 8%, de aproximadamente 83 a 90 unidades en los últimos años.

Por otro lado, las mejoras en la resistencia a la ruptura de la cáscara también han sido evidentes. Esta resistencia se mide tanto en los polos como en el ecuador del huevo en las aves de pedigrí de líneas puras.

Al futuro

El objetivo sigue siendo obtener gallinas más sanas, altamente eficientes y más productivas. La investigación en la genética de gallinas ponedoras no se detiene. Hoy en día, la genómica acelera cada año los logros mediante intervalos generacionales más cortos de machos y valores de reproducción más precisos.


Mejoras en gallinas libres de jaulas

Otro tema que no se deja a un lado en la selección genética es el de las gallinas criadas sin jaulas. Aunque en Latinoamérica esta producción es básicamente para un mercado nicho, vale la pena saber que ya se trabaja en líneas genéticas en las que se cuida el emplume de las aves, su viabilidad y robustez, necesarias para un ambiente menos protegido. Otro aspecto es la conducta de anidamiento y la postura de huevos en el piso, que evitan pérdidas en la producción.

La mayor parte de Latinoamérica produce huevo blanco de gallinas como esta. (Cortesía de Hy-Line)

El emplume se evalúa mediante calificaciones hechas en pruebas de campo bajo condiciones comerciales en donde se colocan miles de hijas de padres de pedigrí. Para garantizar estos resultados, no se realizan tratamiento del pico en las pruebas en campo ni en las jaulas y corrales. “Nuestras gallinas no son agresivas ni tienen predisposición al picaje de plumas, ni a conductas de canibalismo”, dijo el director de Investigación y Desarrollo de Hy-Line, Danny Lubritz.

“La viabilidad general y la robustez se miden en pruebas de campo bajo condiciones comerciales desafiantes”, agregó. En cuanto a la conducta de anidamiento, las familias de padres se colocan en corrales en piso para estudiar cómo se comportan y evaluar la incidencia de huevos puestos en el piso.

Además, se prueban nuevos métodos para identificar el comportamiento de anidar en hembras individuales (en lugar de familias de padres), para separar las usuarias constantes de nidales de las que prefieren poner en el piso. Estos nuevos métodos usan gallinas en nidos trampa en sistemas similares a los aviarios con tecnología RFID (identificación de radiofrecuencia) para estudiar el uso del nidal y el comportamiento, además de un enfoque biológico que combina fenotipos de comportamiento de postura con genómica.  “Llevamos 10 años seleccionando contra la postura en el piso”, aseguró.

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